Télam
Dura de domar. Por Mario Bellocchio
A comienzos de 1945 el coronel Juan Domingo Perón –por entonces secretario de Trabajo y Previsión del Gobierno de facto de Edelmiro Julián Farrell– percibe la necesidad de contar con una agencia nacional proveedora de información propia con el propósito de evitar la hegemonía de las agencias norteamericanas como “United Press International” (UPI) y “Associated Press” (AP) que monopolizaban el abastecimiento de información, incluida la originada en nuestro propio país.
El 14 de abril de 1945 el coronel Perón decide poner la piedra basal de nuestra propia agencia TÉLAM (Telenoticiosa Americana).
La agencia no fue por completo estatal en sus inicios, sino que comenzó como una compañía mixta de capitales privados y estatales. Su primer director fue Jerónimo Jutronich, quien se encargó de formar un equipo de periodistas, algunos de los cuales provenían del plantel de la Agencia Nacional de Informaciones (ANDI), otra agencia –de escasa vida– que creó el Estado argentino en 1944.
Télam comenzó a emitir información el 12 de octubre de 1945, pero recién en 1948 pudo concretar la formación de una red de cobertura nacional al firmar los primeros contratos con periodistas del interior del país, quienes enviaban las notas a la redacción por telegrama o por teléfono. Hasta entonces sólo contaba con una sede en la Ciudad de Buenos Aires y desarrollaba su actividad en ese ámbito.
La empresa pasó por avatares diversos durante el gobierno de facto de “La Libertadora” y recién comenzó a estabilizarse durante el gobierno de Arturo Frondizi. El 30 de julio de 1959, Bernabé Villegas, Adolfo Garino y Blas Calaro, entre otros, produjeron un cambio jurídico en la agencia que pasó a ser Télam Sociedad Anónima, Periodística, Radiofónica, Cinematográfica, Comercial, Inmobiliaria y Financiera.
Un decreto del presidente de la Nación autorizó a la reciente empresa con su cambio estatutario a funcionar bajo las nuevas condiciones. Durante la década de 1960, Télam captó una amplia gama de clientes, incluyendo a los cuatro canales de televisión porteños y diarios de envergadura como Clarín. La agencia comenzó a transmitir noticias por líneas de télex, hecho que permitió llegar a más puntos del país en menor tiempo.?
(Télam) “viene tramitando informaciones falsas y tendenciosas que por su naturaleza y alcance atentan contra el orden público y la tranquilidad de la población y siendo firme propósito del Gobierno eliminar todo factor capaz de perturbar el proceso electoral aplicando al efecto las facultades que conciernen durante la vigencia del estado de sitio”, sentenciaba el gobierno de facto de José María Guido decretando la clausura de la agencia el 30 de mayo de 1963.
El 24 de junio de 1968 Télam se convertía en una empresa estatal –bajo la dictadura de Juan Carlos Onganía–, cuando el Gobierno adquiría el total de las acciones por medio de la Secretaría de Difusión y Turismo. En forma paralela, el nuevo marco legal obligaba a que toda la publicidad de las empresas y organismos públicos fuera diseñada y difundida por la agencia, decisión que permitió a la empresa generar recursos propios.
El llamado “Proceso de Reorganización Nacional” llevado a cabo por la última dictadura cívico-militar-eclesiástica (1976-1983) sometió a Télam a un duro régimen de censura además de haber causado la desaparición de tres de sus trabajadores. Al llegar el gobierno constitucional de Raúl Alfonsín se pudo comprobar igualmente la desaparición de gran parte del archivo periodístico y fotográfico de la empresa.
En 1984, las agencias privadas “Noticias Argentinas” (NA) y la hoy disuelta (2017) agencia “Diarios y Noticias” (DyN) solicitaron públicamente el cierre de Télam. Carlos Menem dispuso en 1992 la intervención de la empresa y dos años después su liquidación, pero en 1996 dejó sin efecto el decreto de liquidación para reemplazarlo por uno nuevo con su firma y la del ministro de Economía, Domingo Cavallo, quien dejó a Télam sin una de sus principales fuentes de ingresos al desmantelar el monopolio de la publicidad oficial.
Télam siguió, sin embargo, funcionando como agencia de publicidad. En 2000 el Gobierno de Fernando de la Rúa volvió a anunciar el cierre del área de publicidad y la venta de la sede central de la agencia, Bolívar 531, en la ciudad de Buenos Aires, medidas que no se concretaron. Al año siguiente se unificaron todos los medios de comunicación pública, pasando la agencia a funcionar junto a LS82 TV Canal 7 y LRA Radio Nacional, dentro del Sistema Nacional de Medios Públicos; en 2002 recuperó su condición de empresa autárquica.
En la actualidad, la agencia es una Sociedad del Estado (SE) cuyo accionista es la Secretaría de Medios de Comunicación, encargada de designar el directorio.*
Los años del macrismo y un nuevo intento de disolución
Desde la asunción de Hernán Lombardi como titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, durante la gestión de Mauricio Macri (2015-2019), se llevó a cabo un recorte presupuestario y se denunciaron casos de censura sobre el trabajo de los periodistas.
En total fueron despedidas 357 personas, cerca del 40% de la planta.
El despido masivo sacudió las redacciones de todo el mundo, que se hicieron eco de la noticia. ?En tanto, los trabajadores despedidos tomaron los dos edificios de la empresa y realizaron una serie de actividades para visibilizar el conflicto y lograr la reincorporación de las 357 personas.
Con el cambio de signo político, el 10 de diciembre de 2019, se produjo el alejamiento de Rodolfo Pousá, su director hasta ese momento y el consecuente nombramiento de Bernarda Llorente en su reemplazo. La periodista, productora y politóloga venía ejerciendo la función de manera informal, desde que asumió la presidencia Alberto Fernández. Dijo Llorente en ese aniversario –75 años–:
“La agenciaTélam cumple 75 años. Juan Domingo Perón la creó con el objetivo de tener una voz propia en el mundo. La historia de Télam es, ante todo, la historia de un proyecto de soberanía informativa.
A pesar de los repetidos intentos de vaciarla, censurarla e incluso clausurarla. A lo largo de estos 75 años se convirtió en la mayor agencia productora de contenidos periodísticos de América Latina, y la segunda más grande de habla hispana.
Este aniversario nos encuentra en medio de una pandemia y hoy más que nunca resulta vital llegar a todos los rincones del territorio argentino con información verídica y herramientas para que los ciudadanos puedan sobrellevar una realidad compleja y de gran incertidumbre.
Télam va a recuperar el lugar que nunca debió perder. Hoy transitamos un proceso de reconstrucción a partir de una decisión del Estado Nacional de recuperar su principal riqueza: sus trabajadores, su experiencia y compromiso. Cuando llegamos, Télam estaba destruida. Intentaron hacer una agencia paralela con poca gente en Tecnópolis y dejaron a los trabajadores en las otras sedes (de la calle Bolívar y de avenida Belgrano), donde cerraron pisos; sacaron equipamiento. Intentaron sacarle a la gente la dignidad y el orgullo de pertenecer a esta agencia.
Con la convicción de que el Estado también hace y defiende la soberanía con el trabajo cotidiano de informar con veracidad y rigor periodístico con pluralidad de voces y representaciones colectivas, para ayudar a construir una sociedad más equitativa y una mejor democracia”.
Bernarda Llorente, directora.
Hoy, marzo de 2024, el presidente Javier Milei anuncia, en la apertura de Sesiones legislativas, el cierre –por enésima vez– de la casi octogenaria agencia que según el presidente: “ha sido utilizada en las últimas décadas como agencia de propaganda kirchnerista”.
Alrededor de 700 trabajadores fueron despedidos sin previo aviso, a la vez que el sitio web de noticias y el servicio de cables fueron suspendidos. Paralelamente se levantó un vallado en la puerta del edificio de Bolívar 531 con custodia de la Policía Federal y de la Ciudad, para impedir el ingreso del personal.
Sus trabajadores –aún desconcertados por el futuro inmediato– y compañeros solidarios de otros gremios participaron este lunes 6 de marzo en un abrazo simbólico a las puertas de la sede principal del medio. “Defendemos Télam” y “Télam no se cierra” estaba escrito en las pancartas que levantaban periodistas, fotógrafos y sindicalistas que se acercaron a expresar su apoyo. Mientras que la asamblea de trabajadores de Télam denuncia que “El Gobierno nacional está llevando adelante uno de los peores ataques a la libertad de expresión en los últimos 40 años de democracia” y evalúa atrincherarse en las puertas de la agencia a fin de evitar un vaciamiento durante la semana de licencia forzosa otorgada al personal impidiéndoles el acceso al edificio con un vallado custodiado por efectivos policiales.
En un acto de rebeldía que DESDE BOEDO celebra y apoya, los trabajadores de Télam han decidido dar continuidad a sus labores a través de https://twitter.com/somosTélam (Somos Télam @somosTélam. (La cuenta de la asamblea de lxs trabajadorxs de Télam no es oficial de @agenciaTélam) / Tiktok: @somosTélam / – IG: @somosTélam / Buenos Aires, Argentina somosTélam.com se unió en mayo de 2018. / 261 Siguiendo. / 15,1 mil Seguidores.
(*) El cómputo de gastos de Télam forma parte del presupuesto global del Estado argentino, aunque la agencia también genera ingresos propios en concepto de publicidad y por medio de la venta de su servicio informativo a sus más de 2800 abonados.