Hace unos días, ante la aparición de una fisura en una de las vigas de la popular del Nuevo Gasómetro, se decidió jugar en cancha de Vélez, con el acuerdo de ambas dirigencias, el decisivo partido ante Banfield. Pero, los viejos rencores de la rivalidad de “la pesada” de las hinchadas y la aparición de pintadas y carteles amenazantes en el “fortín” terminaron por convencer a Lammens y Cía de jugar en el Nuevo Gasómetro con la “popu” clausurada, salvo el codo de plateas.
Las pintadas eran categóricas. “Acá no se juega”, decía una. “Si vienen los cagamos a tiros”, amenazaba otra. Las banderas también tenían el recordatorio de la muerte de Emmanuel Alvarez, quien falleció en marzo del 2008 al recibir un balazo en el pecho cuando iba en un micro con hinchas de Vélez rumbo al Nuevo Gasómetro. Un trapo decía: “Esta tribuna no se mancha con los colores que lo asesinaron”. El mensaje hace alusión a que un sector del estadio lleva el nombre de Emma. Otra bandera, que colocaron dentro de Presidencia del club decía: “Por siempre Emma”.
Por este clima de violencia y por el consejo de los organismos de seguridad, la dirigencia comandada por Matías Lammens decidió este martes por la mañana que el partido se dispute en el Nuevo Gasómetro. Existía la chance de jugarse en el Monumental pero finalmente será local en su estadio. La popular local estará inhabilitada (no así el codo) y la cancha tendrá una capacidad disponible de 28.000 espectadores.
Finalmente, los partidos que importan para definir el rival de Lanús en la final – San Lorenzo-Banfield y San Martín (SJ)-Godoy Cruz– se jugarán el domingo 22 de mayo, a las 16.15. El primero, en el Nuevo Gasómetro y el segundo en San Juán con la localía de San Martín.
Patricio Loustau dirigirá San Lorenzo-Banfield, mientras que Mauro Vigliano estará en San Martín de San Juan-Godoy Cruz.
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