San Lorenzo bajó a River

Padre cariñoso obsequia a sus hijos un regalito de otoño

El inteligente planteo de Aguirre le pesó demasiado a este River carente de variantes.

San Lorenzo respaldado por una defensa sólida –el eterno Ortigoza,  Belluschi, discontinuo pero con productivas genialidades, la magia de Merlini, de gran actuación, y Blandi, mucho más que un punta oportunista–, aprovechó la ansiedad y las carencias de la banda y se alzó con un triunfo fundamental para aspirar a la clasificación para la Copa.

En los primeros minutos, no había ocurrido gran cosa cuando llegó el primer gran sacudón del partido en el que los dos apostaban a la presión en toda la cancha, plenamente conscientes de lo mucho que había en juego.

A los 13 minutos, San Lorenzo aprovechó una distracción de River en un lateral, Belluschi de espaldas al área puso un pase milimétrico y Blandi, con precisión, marcó el 1-0.

Fue en ese momento que River volvió a mostrar su temple ganador. Apenas cinco minutos después consiguió hilvanar un buen ataque, con jugadores abiertos por los dos extremos de la cancha. El Piti Martínez apareció solo por izquierda, Angeleri fue desesperado a cerrar, dejó la mano arriba y la pelota le pegó. Las nuevas reglas dicen lo que Herrera cobró: penal. Y Driussi convirtió con clase para establecer el 1-1.

River no se conformó y fue en busca de la victoria que precisaba. Y San Lorenzo tuvo que aguantar el temporal ante un equipo que, más allá de lo ocurrido este domingo en el Nuevo Gasómetro, muestra mejor funcionamiento en el fútbol argentino. Aunque también era cierto que los de Gallardo, si bien manejaban la pelota, tenían problemas para llegar con peligro al arco de Navarro. Y sufrieron un duro golpe al perder a Sebastián Driussi por lesión antes de los 25 minutos.

Terminó el primer tiempo yendo para adelante River, y así siguió en el segundo. Sin embargo, se encontró con un tropezón carísimo en la propia área. Después de una gran jugada de Belluschi, con doble caño incluido, el volante de San Lorenzo fue derribado. Y en el tiro libre posterior, Batalla dio un mal rechazo con los puños que rebotó en Paulo Díaz y se transformó en el segundo gol de San Lorenzo, a los 10 minutos del complemento.

River pagaba de nuevo por un error del mismo arquero que empareja salvadoras y defenestrantes actuaciones.

River tuvo la chance de –como en el primer tiempo– empatar de inmediato. Auzqui quedó mano a mano con Navarro tras una salida comprometida de Ortigoza, pero su remate salió demasiado alto y a los de la Banda se les escapó así una oportunidad preciosa.

Gallardo dispuso entonces aumentar la apuesta ofensiva. Larrondo entró para acompañar a Alonso y a Auzqui, con la salida de Rojas. San Lorenzo esperaba, apoyado en la seguridad de su defensa y en la firmeza de Navarro. Y también en la fantasía de Bautista Merlini, de enorme partido, por la izquierda del ataque.

Poco fue lo que pudo hacer River, a pesar de sumar gente en ataque. Algún centro esporádico que controló bien el arquero azulgrana, mientras del otro lado se acumulaban chances de contraataque que el local no conseguía aprovechar. Se fueron los minutos y así, el mismo equipo de Gallardo que en este 2017 se había hecho ejemplo de solidez, dejó puntos en el camino. A tres fechas del final del campeonato, parece un regalo demasiado grande para un Boca que al final de la fecha seguirá arriba en las posiciones y con más ventaja merced al 3-0 con Independiente.