Quereme así, piantao…
El domingo 21 de diciembre partió Horacio Ferrer. Se fue a correr por las cornisas con una golondrina en el motor
Moriré en Buenos Aires. Será de madrugada.
Guardaré, mansamente, las cosas de vivir.
Mi pequeña poesía de adioses y de balas,
mi tabaco, mi tango, mi puñado de splin.
Me pondré por los hombros, de abrigo, toda el alba;
mi penúltimo whisky quedará sin beber.
Llegará tangamente, mi muerte enamorada,
yo estaré muerto, en punto, cuando sean las seis.
Moriré en Buenos Aires. Será de madrugada
que es la hora en que mueren los que saben morir;
flotará en mi silencio la mufla perfumada
de aquel verso que nunca te he podido decir.
Andaré tantas cuadras… y allá en la plaza Francia,
como sombras fugadas de un cansado ballet,
repitiendo tu nombre por una calle blanca
se me irán los recuerdos en puntitas de pie.
Moriré en Buenos Aires. Será de madrugada.
Guardaré, mansamente, las cosas de vivir;
Mi pequeña poesía de adioses y de balas,
mi tabaco, mi tango, mi puñado de splin.
Me pondré por los hombros, de abrigo, todo el alba;
mi penúltimo whisky quedara sin beber.
Llegara tangamente, mi muerte enamorada,
yo estaré muerto, en punto, cuando sean las seis.
…Cuando sean las seis.
…Cuando sean las seis.
De Balada Para Mi Muerte
Astor Piazzolla / Horacio Ferrer