Querella a los endeudadores
Alberto Fernández anunció una querella criminal contra los endeudadores macristas
En un extenso discurso de casi dos horas de duración Alberto Fernández no dejó saldo ni propuesta por realizar. Entre las revisiones de su primer año de Gobierno se destacó su mención sobre Derechos Humanos al señalar que “En 2020 recuperamos el rol del Estado en la políticas de Memoria, Verdad y Justicia y en políticas reparatorias”.
Como propuestas se destacaron el envío de un paquete de proyectos de ley –para “desdolarizar” las tarifas, para el sector automotor, sobre cannabis medicinal, sobre Financiamiento Educativo y acerca de Educación Superior. También le pidió al Congreso que apruebe la reforma judicial, ya sancionada por el Senado.
El presidente consideró que el Poder Judicial de la Nación está en “crisis” y que es el “único poder que parece vivir en los márgenes de la democracia”.
“La reforma del Poder Judicial en sus más amplias dimensiones es una demanda impostergable de la sociedad”, señaló ante la Asamblea Legislativa, y añadió: “Quisiera que en mis críticas al sistema judicial nadie vea rencor ni voluntad de favorecer a alguien”.
“La obra pública será prioritaria, sin favoritismos ni exclusiones”, dijo Fernández.
“Al inicio de nuestra gestión encontramos el 70% de las obras paralizadas; reactivamos 270 obras públicas sin favoritismo ni exclusiones, porque creemos en la Argentina unida”.
Se vivió un momento de tensión cuando el diputado Fernando Iglesias (JpC) pretendió interrumpirlo con una presunta recriminación intención que recibió una inmediata respuesta de parte del presidente: “Usted tuvo 4 años para hablar, ahora estoy hablando yo”, le respondió enérgicamente y continuó sin más alteraciones su discurso.
En las postrimerías, el presidente anunció un tema candente: presentar una querella criminal contra los endeudadores macristas.
“Sabemos que ese crédito fue otorgado para favorecer la campaña presidencial de Mauricio Macri. Eso fue una administración fraudulenta y una malversación de caudales públicos como nunca antes habíamos registrado“, señaló visiblemente molesto.
Y continuó: “Para que pongamos fin a las aventuras de hipotecar al país es necesario que endeudarse no sea gratis y dejen de circular impunes dando clases de economía por el mundo aquellos que generan esas deudas”.
“Endeudar al país de ese modo, permitir que los recursos que ingresaron sólo hayan posibilitado la más asombrosa fuga de divisas que registra nuestra historia y que la toma de semejantes créditos haya sido resuelta entre gallos y medianoche, sin intervenciones judiciales y técnicas previas, con total irresponsabilidad y a espaldas de este Congreso nacional, no puede ser visto de otro modo que no sea una administración fraudulenta y una malversación de caudales públicos como nunca antes habíamos registrado”.
“Nuestro país ya conoce lo que es estar endeudado. Lo que fue el blindaje y lo que fue el megacanje. En todos los casos, las mismas víctimas: argentinas y argentinos expulsados a la miseria”.
“He instruido que se haga una querella criminal para saber quiénes fueron responsables de la mayor malversación de caudales que nuestra memoria recuerda”.
“La inquietud parece ser también del Fondo” –señaló involucrando al propio FMI en el conocimiento primario del tema.
“El acuerdo firmado por el macrismo en 2018 merece una revisión y tratamiento adecuado a la hora de su renegociación”.
“Tanta mala fe de los tomadores del crédito y tanto desdén de los funcionarios políticos de un organismo multilateral no puede ser visto como un caso más”.
“Seguiremos nuestras negociaciones con total conciencia y con la firmeza que siempre hemos demostrado.
No queremos apresurarnos. Apuro por acordar tienen los pícaros de siempre. Nuestro Gobierno el único apuro que tiene es el de poner de pie a la producción y al trabajo”.
“Quiero decir que el acuerdo al que lleguemos con el Fondo tendrá en cuenta esto. Nuestro apuro es sacar a los argentinos de la pobreza”.
El diálogo con el Fondo ha sido muy constructivo. No hay más lugar para ajustes recesivos y el acuerdo con el Fondo será llevado al Congreso. Esto permitirá que nunca más el Poder Ejecutivo pueda endeudar al pueblo a sus espaldas”.
El presidente pidió a la oposición un “análisis introspectivo”, y manifestó su esperanza de que el macrismo y sus aliados “algún día hagan un mea culpa” que permita “levantar los cimientos del país que han derrumbado”.
“A una Argentina en absoluto default el FMI le otorgó un crédito de 55.000 millones de dólares, el más alto de su historia. De esa cifra se desembolsaron 44.000 millones de dólares que sólo se usaron para facilitar la salida de capitales especulativos con la absoluta anuencia de las autoridades de entonces”.
“Es voluntad terminante e imperiosa que afirmemos el compromiso de no permitir nunca más que se genere un endeudamiento asfixiante a partir de la toma de créditos irresponsables”.
“El monto adeudado debe ser pagado en cuatro años.” “En 2022, esta cifra alcanza los 18 mil millones de dólares. El año subsiguiente, asciende a 19.186 millones. Recién en 2024 el pago de la deuda se cancela. Remarco las cifras para que los argentinos entiendan la magnitud del problema que han creado quienes estuvieron en el Gobierno”.
“Nuestras negociaciones con el FMI seguirán adelante en un marco de respeto. El diálogo hasta ahora ha sido constructivo. El programa que se acuerde con el Fondo será enviado al Congreso Nacional”,
“No queremos apresurarnos en cerrar el acuerdo con el FMI, nuestro único apuro es el de poner de pie a la producción y el trabajo de miles de familias sumidas en la pobreza”– señaló finalmente sobre el tema.