Quejarse de llenos
Un sector que se autodefine como “el campo” intenta boicotear a un banco cooperativo. “El campo” es “la tierra”, la “Pacha-mama”, éstos son la reacción enraizada que no es lo mismo. Mario Bellocchio
El diputado nacional del Frente de Todos, Carlos Heller, calificó de “acto antidemocrático” la campaña de ruralistas bonaerenses que llamaron a cerrar las cuentas en el banco Credicoop, que él preside, debido a que es autor e impulsor del proyecto de ley que establece un “aporte extraordinario” sobre los contribuyentes de patrimonios declarados superiores a los $200 millones.
“Es una postura antidemocrática. Porque el proyecto se va a aprobar si tiene mayoría parlamentaria”, dijo Heller, desmintiendo de inmediato la campaña en las redes sociales que indicaban que en una hora se cerraron más de 2000 cuentas.
La protesta que es fogoneada por las sociedades rurales de Rojas, Pergamino, San Pedro, Baradero y las asociaciones de productores de San Antonio de Areco (Arpa), Arrecifes, Carmen de Areco (Apaca) y la Asociación Rural de General Rodríguez a través de un comunicado, plantean su rechazo al “impuesto a las grandes fortunas” y pide a sus asociados que cierren sus cuentas bancarias en el Banco Credicoop. “Esta es una manera activa y legal de expresar nuestro rechazo ante este nuevo impuesto”, dijeron, adoptando la medida a modo de represalia contra su presidente, el diputado oficialista Carlos Heller, como autor e impulsor del proyecto de Ley del “Aporte Solidario Extraordinario” que según estiman, afecta particularmente al sector. El llamado es a cerrar cuentas, retirar depósitos y dejar de operar con la entidad financiera cooperativa.
El proyecto de ley al respecto que, impulsado por el oficialismo, obtuvo dictamen favorable en la cámara de Diputados establece un pago “por única vez” con alícuotas crecientes (del 2% al 5,25%) para contribuyentes con patrimonios superiores a los $200 millones. Según estimaciones de la AFIP, que Heller compartió en el debate de comisión, el proyecto alcanzará a 9298 contribuyentes, y podría recaudar $307.000 millones.
Frente a este panorama y tras el rechazo de legisladores de diversas bancadas, los secretarios general y de Prensa de la Asociación Bancaria, Sergio Palazzo y Eduardo Berrozpe, repudiaron en representación del sindicato esa “campaña” contra Heller, originada en “su posición sobre el necesario impuesto a las grandes fortunas”, y también en perjuicio de la entidad cooperativa Credicoop, “una fuente de empleo para miles de trabajadores”, remarcaron.
“Las actitudes golpistas y antidemocráticas son promovidas desde el poder económico por el solo hecho de confrontar con el egoísmo de los muy ricos, quienes se niegan a asumir su responsabilidad social en el contexto de una emergencia sin precedentes”, afirmaron.
Los dirigentes explicaron que Credicoop, una entidad cooperativa con impronta de servicio público a la que se asocian sus usuarios, tiene “el 50% de las sucursales en áreas agrícolo-ganaderas”, y señalaron que en “un 30% de ellas comparte presencia con la banca pública, y solo un 14% está en el área metropolitana Buenos Aires”. (DIB) FD
Desde Credicoop, mientras tanto, señalaron que la iniciativa ruralista no está teniendo un impacto significativo en su negocio.
En una entrevista radial concedida ayer miércoles 7 a La 990 AM Heller señaló que “Decirnos que estamos en contra de los chacareros es una falacia absoluta. Las líneas de créditos para los productores, es de las más activas de la entidad. Y el 40% de nuestras filiales están en la zona agraria”.
“Esas sociedades rurales nunca tuvieron cuenta en el Credicoop, es decir, estaban llamando a cerrar una cuenta que nunca habían abierto, se estaban dirigiendo a otros”. Y atribuyó la protesta a “un desconocimiento profundo, no entienden bien lo que es una cooperativa, porque vincularme a mí con la entidad, es decir, es el sentido que tienen ellos de la propiedad, del dueño. Yo presido el Consejo de Administración de una entidad cooperativa y tengo que revalidar todos los años mi título en una asamblea”, comentó. “En todo caso Heller, –dijo refiriéndose a sí mismo– que defiende un determinado proyecto, que forma parte de una determinada corriente política, que preside un partido político, puede generar apoyos y rechazos, pero esta cosa vengativa, represora, sanciona, yo no le quiero poner adjetivos, pero es jodida, es profundamente antidemocrática porque en definitiva no están de acuerdo con una ley, con un proyecto que se está discutiendo y que se va a aprobar si tiene mayorías parlamentarias que son la expresión de la voluntad popular”, dijo.