Por un par de manzanas

Por Mario Bellocchio |

Manos humildes clamando por un par de manzanas. Y manos laburantes regalando su trabajo porque la protección estatal sólo llega a los pools de siembra. Una imagen patética de la Argentina de hoy reflejada en la foto de Gustavo Amarelle.

Ayer, martes 23 de agosto, la Plaza de Mayo fue un enorme espejo de la realidad que nos abruma. Una larga fila clamaba con miradas profundas de ojos oscuros su derecho a la vida. Y alzaba sus brazos para recibir la dádiva. Un par de manzanas llenas de reclamos sociales, de desocupación, de indigencia, de abandono, de marginación, de hambre…

Un par de manzanas de oro para quienes las trafican, de peltre para quienes las producen, de alimento vital para estómagos vacíos producto de la desocupación de-generada por quienes deberían proteger a los más necesitados y sólo se ocupan asegurar el beneficio de los privilegiados.

Un par de manzanas a la sombra del Cabildo, señalando el pecado original de un Paraíso perdido, la gravedad de una “ley” que cae a plomo sobre los humildes…

Por un par de manzanas, todas las esperas, todos los clamores…

En un par de manzanas todos los reclamos…

Alguna vez se propuso el amor por tres naranjas

Ayer, en Plaza de Mayo, el desamor se reveló.., por un par de manzanas.