Polémica por la vuelta a Boedo
Mientras una gran parte del pueblo azulgrana festeja por la cada vez mas inminente vuelta al barrio, un grupo de vecinos manifiesta su preocupación por el retorno de San Lorenzo a “Tierra santa”
La vuelta de San Lorenzo a Boedo ya es casi un hecho. Con la ley de restitución histórica del predio -votada por la Legislatura en 2012- y la reciente decisión de la empresa Carrefour de aceptar la oferta para la compra del terreno en la avenida La Plata al 1700, los hinchas tienen motivos para festejar.
Pero no todos saludan con entusiasmo la posibilidad de un nuevo estadio. Muchos vecinos se oponen firmemente a la mudanza y apelan a internet, las redes sociales y la plataforma de peticiones Change para sociabilizar su bronca.
“Esta página no está relacionada con el fútbol ni estamos en contra de ningún equipo. Somos vecinos de Boedo y Parque Chacabuco que simplemente no queremos tener un estadio en nuestro barrio”, dice la declaración de principios de la página de Facebook Los vecinos de Boedo NO queremos un Estadio de Fútbol en el barrio, con más de dos mil adherentes.
“No queremos convivir con la violencia del Fútbol al lado de nuestras casas, ni que se desvaloricen nuestras propiedades, no queremos inseguridad, congestionamientos de transito, delincuencia, venta de drogas, trapitos, contaminación sonora, rajaduras en nuestras viviendas a causa de las vibraciones ni perder nuestra calidad de vida”, son algunos de los motivos que esgrimen. Los vecinos que comenzaron a juntar firmas en la plataforma Change.org en dos días consiguieron 300 firmas.
“Las autoridades del GCBA no pueden seguir desoyendo a los vecinos y haciendo como si no existiéramos. Somos miles de familias afectadas. ¿Quién se va a hacer cargo de los daños y perjuicios?”, insisten desde las redes sociales. Y piden que se realice una consulta pública entre los vecinos de Boedo.
A medida que se acerca la vuelta, el debate está instalado: una gran parte del pueblo sanlorencista espera ansiosa por una restitución histórica que le devuelva al club un patrimonio que le fue injustamente quitado en épocas de la dictadura a través de negociados oscuros que todavia no han sido esclarecidos. Por otro lado, muchos vecinos, que han visto crecer al barrio sin un estadio de fútbol en sus inmediaciones, se niegan a tener que convivir con una cancha lindera a sus casas.