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Periodismo con “fueros”

Mario Bellocchio. Días pasados cierta prensa escrita publicó una solicitada en corporativa “defensa” del periodista Daniel Santoro. En el escrito se pretenden argüir –su título lo indica–…:

“Las razones por las que descalifican al periodista Daniel Santoro

Con preocupación asistimos desde hace días a una campaña contra el periodista Daniel Santoro. Ex funcionarios y dirigentes del kirchnerismo –encabezados por la propia Cristina Kirchner–, junto a operadores y periodistas relacionados con el amplísimo aparato de propaganda que abonó durante más de una década el gobierno anterior se dedican a cargar sobre Santoro acusaciones y calificaciones variadas en su formulación pero siempre injuriantes. Santoro tiene una larga carrera como periodista de investigación con centenares de notas que le valieron, entre otras distinciones, los premios Rey de España (por la investigación de la venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia) y el María Moors Cabot a la trayectoria. En los años que lleva escribiendo, fue criticado por el poder político y en ocasiones los servicios de inteligencia se valieron de periodistas y medios de comunicación para operaciones destinadas a intentar desacreditar sus revelaciones e incluso a él mismo. Ahora pretenden involucrar a Santoro en la trama delictiva protagonizada por el ex funcionario kirchnerista Marcelo Dalessio, quien ha sido una de las múltiples fuentes de información que ha consultado. La campaña contra Santoro es, en realidad, una avanzada con motivaciones más profundas. La primera es afectar el curso de la investigación sobre los Cuadernos de las Coimas. La otra es, una vez más en la historia reciente de la Argentina, limitar la libertad de expresión para sostener una estructura que facilitó y puede volver a facilitar gravísimos hechos de corrupción. #SantoroEsPeriodismo B.D.N. C. P.”

SUSCRIBEN ESTAS AFIRMACIONES (Entre otros) : Nelson Castro – Magdalena Ruiz Guiñazú – Diego Cabot – Norma Morandini – Jorge Lanata – Luis Majul – Jorge Fontevecchia – María Laura Santillán – Cristina Pérez – Eduardo Van der Kooy – María Laura Avignolo – Marcelo Bonelli – Carlos Gabetta – Alejandro Borensztein – Robert Cox – Néstor Sclauzero – Jorge Fernández Díaz – Ricardo Kirschbaum – Ricardo Roa – Silvia Fesquet – Ana Gerschenson – Diego Leuco – José Ignacio López – Fanny Mandelbaum – Pablo Mendelevich – Joaquín Morales Sola – Nicolás Wiñazki – Luis Otero – Sergio Rubin -Marcelo Longobardi – Claudio Savoia – Gustavo Sierra – Jorge Sigal – Silvia Mercado – Marcelo Cantelmi – Fernando Bravo – Marcelo Canton – José Crettaz – Daniel Malnatti – María Eugenia Estenssoro – Eduardo Feinmann – Héctor Gambini – Jorge Goldemberg – Jorge Elías – Fabio Ladetto – Daniel Muchnik – Mariano Obarrio – Susana Reinoso – Miguel Wiñazki – Ricardo Pipino – Alberto Amato – Eduardo Aulicino – Silvina Chediek – Silvia Naishtat – Pablo Sirvén – Gustavo Noriega – Pablo O. Scholz – Matilde Sánchez.

(Algunos de los más destacados mercenarios de la prensa oficialista, portadores del más degradante corporativismo profesional que reclama privilegios más que derechos, que el resto de ciudadanía no tiene).

Lejos de ser, como se expone en la solicitada, “una campaña contra el periodista Daniel Santoro llevada a cabo por ex funcionarios y dirigentes del kirchnerismo –encabezados por la propia Cristina Kirchner–”, se trata de una citación del juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, quien llamó a declaración indagatoria al periodista Daniel Santoro como acusado de integrar la asociación ilícita presuntamente encabezada por el falso abogado Marcelo D’Alessio. “Se ha corroborado prima facie no sólo el vínculo de conocimiento y confianza que mantenía con Marcelo D´Alessio, sino su participación y su aporte en las actividades ilegales que llevaba adelante la organización delictiva investigada”.

El propio juez aclaró que: “A diferencia del caso de otros periodistas vinculados a D´Alessio, el imputado no sólo se nutría de la información que le proveía la organización, sino que habría tenido conocimiento de las actividades de espionaje ilegal que desarrollaba, sus métodos y contribuía al desarrollo de los planes ilícitos que llevaba a cabo la Organización”.

Y agregó: “además de ser un usuario de la información que le proveía la misma con posible conocimiento de que provenía de actividades de inteligencia prohibidas que se realizaban sobre empresarios o dirigentes políticos, también habría brindado de manera confidencial información a Marcelo D´Alessio respecto de las actividades de sus colegas, que luego eran reportadas a otros miembros de la asociación ilícita”.

Para el juez, D´Alessio utilizaba su relación con Santoro “para amedrentar y extorsionar a sus víctimas y las intimidaba con publicaciones periodísticas –que en algunas ocasiones se concretaban– y tenían como fin impactar en la conducta de alguna persona”.

La corporativa declaración sobre que: “ahora pretenden involucrar a Santoro en la trama delictiva”, debería revertirse a “ahora pretenden involucrar al periodismo opositor y a la propia Cristina Kirchner en las trapisondas por las que debe responder Santoro a la Justicia”.

“Contra la criminalización del periodismo profesional” suena tan ampuloso que asusta. Y es lógico, porque asustan sus propios firmantes. Obviamente que los periodistas, como cualquiera, debemos ser indagados si hay sospecha de delito. Corporativismo cero”. (Hugo Paredero).

“Recuerdo qué opinaba el insobornable Dante Panzeri sobre el periodismo y los periodistas*”. (José Luis Banchio)

“El periodismo como fiscal o como negocio, o como las dos cosas juntas, tiene derecho a enjuiciar a cuanto bicho camina –sin editar diarios, revistas, noticieros radiales o televisados– a todos los que no sean periodistas, porque, si bien tiene asimismo el derecho a enjuiciar al propio periodismo, ya sabemos que lo hace con la misma frecuencia que un quinielero afirma que otro quinielero es un estafador.
Se trata de un respeto sin nada de tal. Un pacto hecho en silencio para simular un respeto que a todos les garantice el alegato que alguna vez tendrán que hacer de su ‘libertad de prensa’. Casi un respeto de golfería. O de tribus rivales con fronteras convenidas. ‘No me toques, no te toco’.
Después del invento del periodismo para informar y fiscalizar a gobernantes y gobernados, aún no se ha inventado la rutina de la crítica de la crítica. Que sería lo más justo en la actividad de enseñar a pensar que tiene señalada el periodismo.

¿Y por qué no va a someterse el periodismo (como sus fiscalizados gobernantes y gobernados) a la crítica de los dislates que el periodismo produce a diario y de en hora en hora?

¿La actividad periodística es la única actividad del hombre que tiene que perfeccionarse sin pasar por la crítica que la corrige?. El periodismo, más que el cuarto poder de la sociedad parece ser, en tales condiciones de juego, el primer poder entre los poderes y quereres. No hay quien lo juzgue y si alguien osa hacerlo puede incurrir en un delito mucho más severamente pagado que el desacato a la autoridad pública. Es la casta más intocable que todas las castas que la prensa propugna eliminar”. Dante Panzeri.

Hace unos días fuimos citados los integrantes del Registro de prensa vecinal a la elección de veedores para su renovación anual. La solicitada estaba en boca de todos y en los saludos múltiples con los colegas, uno de ellos, no recuerdo quien, parafraseando a Macri me dijo: “¿Vos también caíste en el periodismo vecinal?” Recuerdo que le contesté: “En este contexto no te das una idea de lo orgulloso que estoy de no pertenecer a esta lacra de famosos mercenarios que se titulan “periodistas” y encima reclaman “fueros profesionales…”

(*) Fragmento de “Burguesía y gangsterismo en el deporte” de Dante Panzeri. Citado por Walter Clos en la sección “Pelota”. Revista Humor Nº 240. Abril 1989.

 

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