Ojos que no ven…
CRÓNICAS POÉTICAS DEL TERCER MILENIO. Muestrario de hechos verídicos, otra mirada sobre los tiempos presentes para los habitantes del futuro. Por José Muchnik
Noviembre 2021
Claro que a veces, aunque no quieras ver la realidad ella te mira, te salta a la cara, te salpica como agua hirviendo. Así pasó con los veintisiete ahogados en el Canal de la Mancha, lejos de la “paradisíaca” isla griega de Lesbos. El pescador francés que avistó los cuerpos ese 17 de noviembre del año 2021, todavía no puede reponerse del horror. Hombres mujeres niños flotando, dos sobrevivientes, unos de ellos cuenta: “Cuando empezamos a zozobrar llamamos a la policía inglesa, no hicieron nada para rescatarnos, los franceses tampoco, poco a poco la gente se iba muriendo de frío”. De hipotermia dirán los partes médicos, enfriando también el lenguaje. Para decirlo de manera clara, los dejaron morirse de frío en las aguas del canal, una muerte lenta y horrible. “No asistencia a persona en peligro”. Bajo esta figura jurídica debería ser condenada la policía inglesa ¿Cómo se dice en inglés Boris Johnson? ¿Failure to assist person in danger? Aclare por favor. De todos modos su reacción fue transparente, lo que a Usted le preocupó no fueron los muertos. Ni unas palabras de compasión para ellos y sus familias, en el agresivo mensaje de Twitter que se precipitó a enviar. “Advertimos al Presidente Macrón que devolveremos al mar a los próximos inmigrantes ilegales.” Lo que le preocupó fue la disputa burocrática con su par francés ¿Cómo controlar el flujo de inmigrantes? ¿Cómo reprimirlos? ¿Cuál es el costo? ¿Quién paga? “No puedo despegarme las imágenes de la retina” decía el pescador. Ya veis, podéis tratar de no ver, hasta que la barbarie produce una erupción y os quema la retina.
Cambiamos de decorado, frontera de Bielorrusia con Polonia o Lituania, no hay mar, sí selvas a diez grados bajo cero, seres humanos escapando a guerras y hambrunas, con sus hijos, abuelos, carpas por doquier, altas barreras metálicas con alambre de púas, cámaras video, helicópteros, drones, patrullas armadas, perros amaestrados al efecto. El “espacio europeo” se protege, de un lado refugiados en busca de vida, del otro “fuerzas de seguridad” preparadas para el “combate”, entre ellos la muralla separando mundos. Esta es la escena. Estos los rostros manos desesperanzas apretujados contra ese muro. ¿Cuesta creerlo? ¿Cuesta creer que esto sucedía aún a comienzos del tercer milenio? ¡¿Dónde está Europa?! Seguía clamando el hombre con su hijo en brazos mientras Lituania terminaba de construir su cortina de hierro en la frontera. La historia se repite como tortillas, el mismo gusto dado vuelta. El horror se hizo cotidiano. Bebés, niños, mujeres…, mueren. Ojos que no ven…
De hormigón acero agua… Muros en nombre de la civilización. ¿Qué civilización? ¿Libertad? ¿Igualdad? ¿Fraternidad? ¿Declaración universal de los derechos humanos? Palabras congeladas, letras muertas, que también se hunden en el mar. Muros como cicatrices en el rostro del planeta. Tened cuidado, los ahogados o sus memorias, a menudo vuelven a la superficie, perturban el espíritu democrático, civilizados gobiernos europeos deberán rendir cuentas. Esta masacre de inocentes será recordada. Historia recuerda las grandes masacres que pueblan sus calles. ¿Cómo la llamarán? ¿Designarán a las víctimas o los verdugos? ¿Masacre de los inmigrantes? o ¿Masacre de los burócratas? Un detalle no menor, la civilizada Europa financia con faraónicas sumas, miles de millones de euros, gobiernos como el libio o el turco(2) para crear “centros de retención” que retengan a los inmigrantes del otro lado del mar. Claro que hablar de gobierno en Libia es un “eufemismo” el país está dominado por clanes y señores de la guerra. No fueron “centros de retención” sino “hangares de concentración” lo que construyeron, donde cientos de personas, que duermen amontonadas en el suelo, son sometidas a una moderna trata de esclavos, los venden al mejor postor, si no que se sigan pudriendo en el hangar. Pueden ver videos, busquen en you tube “trata inmigrantes Libia”.
Ojos que no ven… Tal vez mi relato podría ayudarlos a ver, para ello deberemos sacar a los muertos de su anonimato.
Vean este entierro, Omar diecisiete años, sirio cristiano, sufrió el bombardeo de Alepo, su casa arrasada, su familia destrozada bajo los escombros, tres años de peregrinaje tratando de entrar al “espacio europeo”, le quedaba un hermano en Inglaterra que le pagó el pasaje, Beirut-Minsk. Ahora aquí está, recibiendo las paladas de tierra que los popes polacos arrojan sobre su tumba. Tuvo suerte, alcanzó a recibir cristiana sepultura.
Maryam Nuri Hama Amin, tenía veinticuatro años, bella joven originaria del Kurdistán iraquí, hace dos años trataba infructuosamente de obtener un visado para reunirse con su prometido Karzai, ya instalado en Inglaterra, finalmente decide intentar la travesía clandestina. Estaba entre los veintisiete muertos de frío en el canal de la Mancha. Cuando comienza el naufragio habla por teléfono a su novio, el gomón se está hundiendo pero no te hagas problema ya hablamos a la policía inglesa, vendrán a rescatarnos(3).
[1] En Lesbos el papa Francisco fustigó severamente el auge de la extrema derecha europea y su prédica del odio, que usa a los inmigrantes como chivo expiatorio. “Es fácil arrastrar a la opinión pública, fomentando el miedo al otro; ¿Por qué?, en cambio, con el mismo tono, no se habla de la explotación de los pobres, o de las guerras olvidadas y a menudo generosamente financiadas, o de los acuerdos económicos que se hacen a costa de la gente…”.( https://elpais.com/internacional/2021-12-05/el-papa-francisco-en-lesbos-detengamos-este-naufragio-de-civilizacion.html)
2 Desde 2016 la UE ha pagado 6.000 millones de euros a Turquía ?a solo 20 kilómetros de Mitilene, capital de Lesbos? para que frenen los flujos migratorios que llegan a las costas griegas. (https://elpais.com/internacional/2021-12-05/el-papa-francisco-en-lesbos-detengamos-este-naufragio-de-civilizacion.html)
3 En Mediapart, periódico en línea “Husain, Shahwali, Maryam… : esas vidas tragadas en el estrecho de Calais”,02 diciembre 2021 por Sarah Brethes con Sheerazad Chekaik-Chaila.