Ley de Patrocinio
La “escribanía” legislativa aprobó una ley bajo cuyo amparo Monsanto podría patrocinar a la Facultad de Agronomía
En la sesión de ayer –jueves 16 mayo de 2019– la Legislatura porteña aprobó por 31 votos positivos y 24 negativos la ley que crea un Régimen de Patrocinio, a fin de propiciar la participación de personas de carácter privado en sedes, instalaciones, programas y/o eventos del sector público. La iniciativa fue impulsada por los diputados Diego Mariano García de García Vilas, Maximiliano Ferraro y Agustín Forchieri (Vamos Juntos).
La Ley define el concepto de patrocinio como el aporte económico de carácter no tributario a los recursos públicos que realicen las personas humanas o jurídicas de carácter privado en contraprestación a la difusión del nombre, denominación, marca, imagen, productos y/o servicios del patrocinante en sedes, instalaciones, programas, actividades y/o eventos públicos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El proyecto ahora convertido en ley que habilita a empresas privadas a financiar actividades y obras públicas a cambio de publicidad, fue rechazado por todos los bloques de la oposición.
Javier Andrade –legislador del bloque Unidad Ciudadana– sostuvo que “esta ley posibilita que un privado se vea involucrado en responsabilidades inherentes al Estado”, como las escuelas y hospitales públicos. Andrade describe la génesis mundial de este tipo de iniciativas:
“Primero se lleva adelante un modelo de ajuste donde se desfinancian la salud y la educación. La Ciudad de Buenos Aires es un claro ejemplo: desde que asumió Macri hasta la fecha, el presupuesto en educación se redujo del 24 al 17% y el de la salud del 23 al 15 %”. “Una vez que se hace efectivo el desfinanciamiento, que trae graves problemas de infraestructura, falta de vacantes en las escuelas y de camas en los hospitales, se le abre la puerta a las empresas para que se hagan cargo de responsabilidades que son exclusivamente del Estado”. “Ya pasó en Madrid, en Estados Unidos y en Canadá: una vez que las empresas ingresan a las escuelas, empiezan a influir cada vez más en las currículas”.
“Quieren convertir a los futuros ciudadanos en consumidores”.
Si bien la autoridad de aplicación tiene amplias facultades para seleccionar a los patrocinadores, la nueva legislación establece que el conocimiento público de sus nombres solo lleva como objeto la incentivación de la actitud y no una definida finalidad publicitaria: “estas comunicaciones no tienen una naturaleza publicitaria en sí mismas, sino que su fin es funcionar como estímulo para la práctica colaborativa, dando a conocer a los patrocinadores de la Ciudad que articulan estrategias eficientes para la satisfacción del bien común. En este sentido, es responsabilidad del Estado generar las condiciones que viabilicen la colaboración de todos los actores para dar respuestas a las demandas sociales que hoy se nos imponen”.
Una amplia gama de patrocinios se movilizarán a partir de la sanción de esta nueva legislación. Se podrán patrocinar programas, eventos y/o actividades de carácter cultural, educativo, turístico, social, tecnológico, comercial, deportivo y/o recreativo; sedes e instalaciones; restauraciones de entornos urbanos, edificios, monumentos, fuentes ornamentales, esculturas y toda clase de bienes muebles o inmuebles de interés histórico, artístico o cultural; y campañas de comunicación, concientización y prevención en materia de salud, educación, cultura, seguridad vial y medio ambiente.
El aporte económico que realicen las personas humanas o jurídicas de carácter privado para constituirse en patrocinadores de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires podrá consistir en una contribución en dinero y/o en la provisión de bienes y/o servicios. La provisión de bienes y/o servicios deberá responder a un fin público y guardar relación económica con el patrocinio.
Las acciones de difusión del patrocinio consistirán en presencia del nombre, denominación, marca, imagen, productos y/o servicios del patrocinador en el activo patrocinado y comunicación de la acción de patrocinio en las campañas publicitarias de los patrocinadores.
“Estamos frente a una nueva intención del PRO de avanzar en beneficio de sectores privados con lo que es de todos. Por ejemplo, no queremos que Monsanto patrocine nuestro profesorado de Biología”. (Diputada Laura Marrone, Izquierda Democrática).
Desde la oposición, Marcelo Guouman (Evolución), Marcelo Depierro (Mejor Ciudad), Gabriel Solano (PO), Sergio Abrevaya (GEN), María Rosa Muiños (Bloque Peronista) y Roy Cortina (Partido Socialista) se manifestaron en desacuerdo con la no aceptación de la propuesta de un control por parte de la Legislatura, entre otras objeciones que los llevaron al voto negativo.
“Para colmo” –señalaba finalmente el legislador UC Javier Andrade– “El dinero que se recauda no va a la escuela o al hospital, va a las arcas del Estado de la Ciudad, manejado por el Gobierno de Larreta. El esponsoreo no se traduce en un beneficio para la salud o la educación”, sostuvo.
“No queremos que los chicos vayan a escuelas Coca-Cola o la gente se atienda en hospitales McDonalds. La verdad no entendemos en qué se beneficia la Ciudad con este proyecto”, concluyó.
Fuentes de información:
Prensa del Bloque Unidad Ciudadana CABA
https://www.adnciudad.com
Puraciudad
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