Ladrones de palabras
Lamento deciros “libertarios” ladrones de palabras, que una cosa es la “libertad” como concepto político, ético, filosófico y otra cosa son las “libertades” concretas, la “libertad de reunión” la “libertad de expresión”, “libertad de prensa”, “libertad de asociación”, “libertad de huelga”, “libertad de culto”… “Libertades” que hoy podemos disfrutar gracias a duras y prolongadas luchas sociales. Por José Muchnik
Estoy furioso, furioso y triste ¡Llegar a mi edad para asistir al carnaval de porquerías que ofrecen en libre servicio! Lo peor, lo que más me deprime, es la pendejada comprando ignorancia como si fueran medialunas con dulce de leche. Aparecer en alguna red, cosechar algunos like, to be some one (ser alguien), aparezco luego existo. El cáncer de Chodemia1 resultó ser más letal de lo que me imaginaba. Existencia de red, existencia enredada, los pibes caen en las mallas de pescadores profesionales, los venderán congelados o en filetes, algunos pocos saben, o creen saber, lo que buscan. Así es estimados habitantes del futuro, planeta se recalienta, aire irrespirable, incendios o inundaciones suenan la alarma, pobreza a granel, guerras sabores a elección, fanatismos de todo tipo, miles de seres humanos deambulando en las rutas del exilio, buscando un pedazo de cielo para vivir… ¡Y por si fuera poco! ¡Por si no robaron bastante! ¡Por si los paraísos fiscales necesitasen ayuda! Por si los Panamá Papers, los Pandora Papers, los… no alcanzasen para ocultar los botines del saqueo ¡Ahora roban también palabras! ¡No cualquier palabra! Palabras esenciales, impregnadas de valor y sentido por obra de la historia.
¡Había que atreverse a robar “Libertad”! Sentirse con derecho a decir cualquier cosa, asociar la palabra “Libertario” con “Anarco capitalismo”, sostener que el libre mercado permitirá el acceso a la libertad, un libre mercado absoluto, sin Estados que contraríen la iniciativa privada. La ignorancia todo lo puede, sembrada en redes se multiplica como peces, se imbrica con teorías complotistas, con la “alt-reality” (realidad alternativa), con todo tipo de mugre que flota mente abajo…
Así nacieron movimientos como el Q-Anon en los USA, todo vale: llegó el “gran despertar” “estamos aquí para hallar la verdad”2. Los autodenominados “Libertarios” de hoy proclaman defender la libertad, la vida, el libre mercado, la propiedad privada… Poco importa si el libre mercado y el capitalismo fueron posibles gracias al esclavismo, poco importa si el reconocimiento de la condición de “hombres libres”, como principio ético, fue resultado de luchas históricas memorables, desde la revolución de Espartaco en la Roma Antigua, hasta las guerras anticolonialistas en el siglo XX, pasando por la Revolución Francesa hacia finales del siglo XVII3. Roban palabras, siembran confusión, ignorancia. Ocultan que la relación entre individuo y sociedad estuvo y está en el centro de las reflexiones sobre la Libertad, ocultan que no hay individuos libres en sociedades sometidas, ocultan las luchas de liberación a través de las cuales los hombres y mujeres pudieron constituirse en sujetos libres, ocultan que en el contexto actual el libre mercado ya no es libre, que la mayoría de las sociedades se ven sometidas al dominio de los grandes monopolios financieros, también a los monopolios de información y comunicación. Ustedes mismos “libertarios” del “libre mercado” sois manipulados por las célebres GAFAM (Google, Apple, Facebook, Amazon et Microsoft). ¿Dónde queda vuestra libertad individual frente a los gigantes de la web? Ellos cosechan vuestros datos, vuestras preferencias culturales, vuestras inclinaciones políticas y hasta vuestros desplazamientos en el espacio. Luego rentabilizan esos datos en el gran Big Data y sus todopoderosos algoritmos.
Lamento deciros “libertarios” ladrones de palabras, que una cosa es la “libertad” como concepto político, ético, filosófico y otra cosa son las “libertades” concretas, la “libertad de reunión” la “libertad de expresión”, “libertad de prensa”, “libertad de asociación”, “libertad de huelga”, “libertad de culto”… “Libertades” que hoy podemos disfrutar gracias a duras y prolongadas luchas sociales. Muchos muertos costaron, la prohibición del trabajo infantil en las minas inglesas en el siglo XVIII, la limitación de jornadas de trabajo extenuante en el siglo XIX, el control de condiciones de trabajo mortíferas en el siglo XX y aún hoy en día, en los comienzos del siglo XXI. De la “libertad” como concepto ético, podríamos discurrir largamente, mas no cabe duda que la “libertad” individual es indisociable de la vida en sociedad y de las leyes que permiten regularla, leyes que, les guste o no, forman parte de las prerrogativas de los Estados. Así fue a lo largo de la historia de la humanidad, bajo formas de Estado diferentes. Recordemos que los esclavos en la Roma Antigua o en los USA del siglo XVIII, no tenían derecho a ser juzgados en instancias estatales, quedaban sometidos a la buena o mala voluntad de sus amos, ellos decidían si algunos latigazos o la pena de muerte. Y ustedes, ladrones de palabras, se atreven hoy a pregonar que la justicia estatal debe ser reemplazada por una justicia privada.
Así es estimados habitantes del futuro, nos roban las palabras. Este humilde poeta se desgañita tratando de llamar la atención sobre la importancia de la “batalla del lenguaje”, repite a lo largo de sus notas que sin afrontar esa batalla madre, será difícil salir exitoso de otras batallas, en el orden económico, social o político. Confieso que el eco de estas prédicas entre mis contemporáneos humanistas es casi inaudible. Que los llamados “neoliberales” intenten apropiarse de la palabra Libertad es comprensible. La FIL (Fundación Internacional Libertad), creada por el nobelizado Mario Vargas Llosa, en el año 2012, con la anuencia de destacados “hombres libres”, es un botón entre cientos, sirve de ejemplo. A los neoliberales se les suman ahora los nuevos “libertarios”, que también se esfuerzan por apropiarse de “Libertad”. En la República Argentina, “Avanza Libertad” otro botón entre cientos. Me pregunto: Por qué los humanistas, los que defendemos el principio de libertad inseparable de la igualdad y la fraternidad. Los que defendemos el derecho de los obreros a sindicalizarse, para no ser simples esclavos de la voluntad patronal, los que defendemos el derecho de las mujeres a interrumpir su embarazo y disponer libremente de su cuerpo, los que defendemos la libertad de los campesinos “sin tierra” a disponer de un retazo de suelo para cultivar, los que combatimos el esclavismo disfrazado de “neoliberalismo”, los que nos interrogamos ¿Quién es libre Libertad? ¿Cuál es la libertad de un motoquero? ¿Cuántas pizzas por minuto? ¿Cuál es la libertad de un sin techo? ¿Cuántas estrellas le corresponden? ¿Cuál es la libertad de un pobre sin dientes? ¿Cuánto cuesta una prótesis? ¿Cómo traga el puré?… Me pregunto ¿Por qué no presentamos combate? ¿Por qué les regalamos el uso de una palabra que constituye una pieza clave de nuestras fundaciones sociales? Debemos defender “Libertad” no dejemos que la maltraten ni la prostituyan.
- Chodemia, del inglés Show mostrar, y del griego demos, pueblo: “Epidemia que impulsa la gente a mostrarse para existir”, en SEFIKILL, 2015, éd. CICCUS, Buenos Aires.
- https://www.elconfidencial.com/cultura/2020-09-13/qanon-teorias-de-la-conspiracion-trump_2743303/
- Fue de la Revolución Francesa de 1789 que surgió la Declaración de los derechos del hombre y el ciudadano. “Artículo 1º ? Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos. Las distinciones sociales sólo pueden fundarse en la utilidad común. Artículo 4 ? La libertad consiste en poder hacer todo lo que no perjudique a los demás. Por ello, el ejercicio de los derechos naturales de cada hombre tan sólo tiene como límites los que garantizan a los demás Miembros de la Sociedad el goce de estos mismos derechos. Tales límites tan sólo pueden ser determinados por la Ley”
- https://www.diariouno.com.ar/farandula/bombazo-alex-caniggia-anuncio-que-se-lanza-la-politica-zurdos-ratas-quedaron-out-n862143
- Misófagos, que se alimentan de odio, del griego miso (odio) y fago (comer)