la oposición busca acuerdos para la ley antidespidos
El kirchnerismo acercó posiciones con el massismo y con Bossio para impulsar la ley.
Sergio Massa metió otra diagonal en la negociación por ley antidespidos y en compañía de Diego Bossio se reunió con José Luis Gioja, presidente del Partido Justicialista y miembro del bloque de diputados del FpV-PJ.
El encuentro trajo dos novedades, capaces de alterar la ya cambiante dinámica parlamentaria: Massa y Bossio blanquearon que trabajan en tándem más de lo que se supone y, por primera vez, someten a sus bloques a una negociación con el FpV-PJ, que de suceder siempre dejaría a Cambiemos como testigo de la Cámara de Diputados.
La buena relación de los ex Anses es un secreto a voces en los pasillos, donde recuerdan que en la última sesión entraron juntos a dar quórum, un gesto que no le pasó por alto a Emilio Monzó.
Esta tarde buscaron acercar posiciones con Gioja, quien nada lento sumó al encuentro al vicejefe de bloque Luis Basterra, una forma de no quedar expuesto ante Héctor Recalde y sus protegidos de La Cámpora.
A su vez, hablaron de avanzar con normas para proteger a las pequeñas y medianas empresas, que también se acercano a Diputados, invitadas por el salteño Pablo Kosiner del bloque de Bossio. El punto que no está resuleto es si hacerlo en dos leyes o en una sola, porque mientras Massa está interesado en retornarlo al Senado para dejar su marca, el FpV-PJ no quiere perder más tiempo.
“Vamos a sancionar la ley del Senado. Con eso no hay marcha atrás”, repetían esta tarde los voceros kirchneritas, inquietos ante informaciones cruzadas, tan habituales estos días. Lo cierto es que Massa y Bossio tampoco tienen consenso interno para tomarse mucho tiempo.
El de Tandil integra un bloque plagado de sindicalistas como Oscar Romero (Smata) y Alberto Roberti (petroleros), quienes sumaron presión gremial a un nuevo plenario de comisiones.
Por su parte, Massa reunió a su bloque y aliados el miércoles por la noche y no logró saldar las diferencias internas. Los cuatro diputados sindicalistas insisten en sancionar el proyecto del Senado cuanto antes, pero el industrial Ignacio De Mendiguren presiona para proteger a las Pymes. La mayoría lo respalda pero nadie está dispuesto a inmolarse.
Hábil, Graciela Camaño sugirió agregar los beneficios para las Pymes en un sólo artículo del proyecto y reenviarlo el texto al Senado sólo con ese retoque.
Pero la presión gremial no cede y esta tarde se hizo sentir con el plantón de los jefes gremiales a la reunión de comisión y una ruidosa manifestación de la UOM afuera del Congreso.
Tal vez por eso al rato, Massa, Bossio y Gioja hablaron también de acelerar los trámites y tratar el proyecto el miércoles de la semana próxima, cuando la Comisión de Presupuesto tiene citado a Jorge Triaca. Sería una forma de garantizar un plazo más acotado, así tengas cambios o no.
Monzó sabe cómo responder: puede ordenarle a Luciano Laspina que cancele las reuniones de Comisión de la semana próxima y así impedir que haya un dictamen y pueda sancionarse con mayoría simple. Sin diputados de Cambiemos en el recinto, es difícil conseguir los dos tercios.
La otra variante que une a todos los opositores es que cualquier cambio acordado por mayoría simple, puede ser ignorado en el Senado, donde con 37 votos podrían ratificar la versión original, o sea, 9 votos menos que los obtenidos cuando fue aprobado.
En este panorama volátil el ala política del Gobierno trataba de alcanzar algún tipo de acuerdo con la oposición, que desactive la intención de Macri y su círculo más cercano de vetar la ley si finalmente es aprobada. Son conscientes que el Gobierno pagaría un costo político difícil de calcular si se inclinara por ese camino.
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