La lógica de avasallar la democracia educativa y la educación pública
“El costo de las tomas lo pagan los chicos con días perdidos de clase y los ciudadanos que sostienen la educación pública con sus impuestos. Desde el @gcba
impulsamos las denuncias penales y las demandas civiles a los adultos responsables de los estudiantes que participan”.
- Claudio Lozano
- María Eva Koutsovitis
- Jonatan Baldiviezo
- Juan Posse
- 28/09/2022
A las pocas horas de iniciada la toma, ingresó en la escuela personal de la empresa tercerizada por el Ministerio de Educación MIG S.A. para realizar tareas de mantenimiento. Luego de ese ingreso se produce un corte de luz como consecuencia de haberse violentado el tablero eléctrico. La escalada de violencia institucional por parte de la Ministra de Educación no se detuvo y, al igual que en el 2018, volvió a plantear públicamente que las madres y padres de los estudiantes que participan de las tomas van a responder por los daños y van a ser denunciados penalmente enviando a la policía de la Ciudad a notificarlos. El propio vicerrector del Mariano Acosta, Pasquarelli, recibió amenazas anónimas.
El avasallamiento institucional en el ámbito educativo no tiene fin. Hace unas pocas semanas de manera inconsulta e intempestiva, el Ministerio de Educación anunciaba que más de una decena de escuelas de jornada simple pasarían en el mes de octubre a jornada completa. Pasar de jornada simple a jornada completa implica adecuar la infraestructura escolar, el servicio de comedores escolares y, por supuesto, en pleno ciclo lectivo, modificar la propuesta pedagógica y la rutina de las familias, estudiantes y docentes. El 27 de septiembre, el Observatorio del Derecho a la Ciudad, el Movimiento La Ciudad Somos Quienes la Habitamos y la APDH CABA acompañaron a la comunidad educativa de la Escuela N°12 del Distrito Escolar N° 9 patrocinando una acción amparo colectivo para que se respete la opción de las familias de elegir la jornada simple.
En relación con el reclamo de la calidad, el estado y la cantidad de viandas o refrigerios que reciben las y los estudiantes, junto con las cooperadoras, centros de estudiantes y la comunidad educativa venimos solicitando un ámbito donde discutir el servicio de comedores escolares.
En el colegio secundario Mariano Acosta, alrededor de 700 estudiantes cursan en doble turno tres veces por semana, pero el Ministerio de Educación sólo manda comida para menos del 25%. Los 180 refrigerios consisten en un pebete con una feta de paleta y una de queso, y una fruta o barra de cereal de tercera marca, por los cuales el Gobierno paga 186 pesos. La empresa a cargo es “Servir´c S.A.”, que acaba de renovar contrato hasta 2025 y va a recibir más de 500 millones ($ 536.157.849) por este servicio que realiza en diversas escuelas de la Ciudad.
El de la alimentación no es el único rubro por el que le factura al Gobierno porteño: esta Sociedad Anónima, además de hacer estos sándwiches desabridos y con escasísimo valor nutricional, también se dedica a realizar el servicio de mudanza y de guardamuebles para el GCABA.
En la Escuela de Bellas Artes Rogelio Yrurtia, con una jornada escolar que ronda las 10 horas, el Ministerio de Educación manda 172 refrigerios para los más de 550 estudiantes que cursan diariamente. La empresa a cargo es Servicios Integrales de Alimentación S.A., empresa que acaba de renovar contrato hasta 2025 y va a recibir más de 3000 millones ($3.017.671.242) por este servicio que realiza en diversas escuelas de la Ciudad, pese a las múltiples denuncias que acumula en diversos servicios que brinda.
“En el día de la fecha el menú correspondiente, ‘Polenta a la pizza’, se recibió la preparación a granel en un contenedor, totalmente líquida, imposible de consumir”. Se tuvo que realizar un menú de emergencia debido a que era muy tarde para esperar que la empresa enviara algo para reemplazar”, detalla una de las tantas denuncias que recibió la empresa.
Es inadmisible que hace 20 años, 18 empresas sistemáticamente denunciadas y sancionadas por el propio GCABA, se repartan este negocio multimillonario por el que sólo este año van a recibir más de 12 mil millones de pesos. Recurrimos a la justicia para frenar la nueva licitación que se anunció pocos días antes del inicio del ciclo lectivo. Pese a las sistemáticas irregularidades del proceso licitatorio y el acompañamiento de cientos de familias y cooperadoras, la justicia no hizo lugar al reclamo.
Estamos frente a un modelo de gestión no democrático. Nuestra Constitución establece que deben existir ámbitos dónde discutir con el conjunto de la comunidad educativa las políticas educativas. Hace 25 años que está pendiente el debate de una Ley de Educación para la ciudad. A falta de esta ley, las políticas educativas se definen sin debates democráticos desde la verticalidad impuesta por el Ministerio de Educación.
En su carrera a Jefa de Gobierno de la Ciudad, Acuña adopta el modelo Bullrich y lleva adelante un sistemático ataque a la democracia educativa y a la educación pública.
OBSERVATORIO DEL DERECHO A LA CIUDAD