La batalla del lenguaje
En la trinchera del pueblo. Por Mario Bellocchio
“Estamos viviendo tiempos donde la diversidad significa cualquier tipo de opción incluida la pedofilia. Sí, la pedofilia. Ya hay lobbies(1) pedófilos en los Estados Unidos como la Nambla(2), la pueden encontrar por Internet, que se escudan con toda esta ideología de izquierda. Ha habido un Tedx(3) recientemente en Alemania donde se buscó legalizar, reivindicar la pedofilia como una situación de opresión. Pueden encontrar ustedes, incluso en The New York Times, una nota –los invito a buscarla en Internet– que se llama ‘Pedofilia: un desorden no un crimen’, eso también podría ser la diversidad. Alguien se ha preguntado qué límite tiene la diversidad, qué límite tiene la inclusión.”
En los términos en que Laje lo propone “diversidad” tiene tal amplitud que puede abarcar desde la “parafilia”(4) hasta la filatelia, si los sellos postales portan algún contenido artístico con ribetes eróticos. Lo que en criollo se llama “llevar agua para su molino” ab-usando de la significación de las palabras.
Continuando con Laje: “Una batalla cultural por la lengua que es lo que estamos viviendo hoy. Hay un libro que lo conoce mucha gente, una de las distopías(5) más conocidas, “1984” de George Orwell, donde se le llamaba, digamos así, a lo bueno, malo. A lo malo, bueno. A la libertad, esclavitud. A la esclavitud, libertad. Donde se habían invertido significativamente los términos”.
Dice George Orwell** de su propio libro: “Mi última novela (“1984”, publicada en 1949) no constituye un ataque contra el socialismo o el Partido Laborista inglés (al que yo sostengo). Quiere describir las perversiones a las que se ve expuesta una economía centralizada y que ya han sido realizadas parcialmente por el comunismo (Stalin) y el fascismo (Mussolini). Yo no creo que el género de sociedad que describo vaya a suceder forzosamente, pero lo que sí creo (si se tiene en cuenta que el libro es una sátira) es que puede ocurrir algo parecido”.
Hay que explicarle a Laje que no es necesaria su imaginaria y autoprestigiante cita literaria de Orwell. En su tierra de origen, la Argentina, sobrevive una sociedad popular distópica basada en llamar “libertad” a la dependencia, “campo” a los lobbies de los terratenientes, “patria” a los símbolos patrios, “flexibilización” al intento de explotación laboral, “republicanos” a los opositores al Gobierno democrático, “libertarios” a los que detentan una ideología liberal a cuya derecha está la pared, y siguen las firmas…
Las “movilizaciones y tractorazos que reclaman por sus derechos” pasan a ser “piquetes y cortes de ruta” si los reclamos son de origen popular.
Continuando con Laje: “Hoy estamos pasando por una batalla por la lengua muy significativa en todos los ámbitos. Voy a poner un ejemplo que está muy de moda y que seguramente los jóvenes que están escuchando esto habrán oído al respecto, el llamado ‘lenguaje inclusivo’. Les han metido en la cabeza que a la gente se la incluye cambiando la ‘a’ y la ‘o’ por la ‘e’. ¿Y saben qué es lo peor? Que muchos jóvenes se lo han creído. Y que muchos jóvenes han pensado que era tan fácil cambiar el mundo y hacer de este mundo un mundo mejor tan fácil como el lugar de decir ‘todos’ decir ‘todes’ porque yo hoy empecé esta conferencia diciéndoles: Muy buenos días a todos estoy muy contento de estar aquí…, yo ahí, según esta ideología, he sido excluyente, yo he dejado afuera a las mujeres porque dije ‘todos’ he dejado afuera los homosexuales a los transexuales…, yo tendría que haber dicho: Hola a ‘todes’ estoy muy contento de estar aquí y así este mundo hubiera sido un mundo mejor que yo lo estropeé por mi lenguaje. Fíjense el absurdo del pensamiento mágico incluso que está detrás de eso que supone que con una simple palabrita, más aún con una simple vocal, nosotros estamos incluyendo la gente”.
Veníamos bien refutando sus conceptos sobre apropiación del lenguaje y le dejamos el “inclusivo” y a la “e” desnuda para que la viole este hábil manipulador dialéctico.
“¿No es inclusivo acaso –pregunta Laje– que yo me meta en el baño de las mujeres?, sí es inclusivo porque estoy ingresando a un baño al cual antes yo no podía ingresar, ahora ¿esa inclusión es justa? No, no es justa”.
Señalamos a Laje que: en algún momento la educación se impartía separada, los nenes con los nenes, las nenas con las nenas, hasta que un día se enseñó a respetar la convivencia…
“Pero nosotros –continúa Laje– hemos aceptado las palabras talismán, nos han dicho que ellos eran los cultores del amor y nosotros del odio, ellos de la diversidad y nosotros de la exclusión”.
“Ellos”, “nosotros”… ¿Quién riega el cantero de “la grieta”?
“¡Y muchos de nosotros –sigue Laje pontificando– nos hemos creído más! Nos hemos creído que nosotros éramos los retrógrados por decir que el sexo se determina con arreglo a la biología de manera objetiva y ellos que nos vienen con la fantasía de que la sexualidad se determina por arte de magia, con la mera autopercepción y no fundamentan su opinión en ninguna ciencia empírica. Son los cultores de la modernidad y el progreso y nosotros nos hemos creído a pesar de ir a ecógrafos que nos dicen el sexo de nuestros niños antes de nacer, a pesar de la evidencia genética embriológica, nos hemos creído que nosotros éramos los retrógrados medievales y ellos que dicen que el sexo depende de lo que yo opine que es mi sexo, son los progresistas y los modernos. Bueno hemos caído en esas trampas lingüísticas”.
Hablar de trampas lingüísticas y de ¿confundir? sexo con preferencia o elección de sexualidad. ¿Con qué “ciencia empírica” (sic) un varón homosexual tiene que demostrar que prefiere un compañero en lugar de una compañera? Lo que depende de la opinión es la elección de vida sexual, no el órgano.
Un tropezón no es caída en las trampas lingüísticas. Siga insistiendo Laje. Quien le dice que un día de estos los fundamentalistas de la “e” que le dan oportunidad a falsarios como usted de amasar una fortuna, retrocedan sobre sus dichos y adviertan que el lenguaje “inclusivo” es un cotillón snob que, como las bicisendas, deja afuera a un montón de gente realmente excluida.
(*)Agustín Laje Arrigoni (Córdoba, 16 de enero de 1989) es un escritor, politólogo y conferencista argentino de extrema derecha. Es coautor de “El libro negro de la nueva izquierda”. Es fundador y presidente de la Fundación Libre, un think tank de ideología conservadora.? Sus dichos han sido calificados como homofóbicos en múltiples oportunidades. Asimismo, se autodenomina paleolibertario,? minarquista? y antifeminista. También se opone a la eutanasia, al aborto, al matrimonio igualitario y a la adopción homoparental. Es uno de los principales promotores latinoamericanos de la teoría de conspiración antisemita de extrema derecha llamada “marxismo cultural”.
(1) Un lobbie o grupo de presión es un organismo creado y mantenido por la agrupación de determinadas personas, empresas o instituciones con intereses comunes y con el fin de influir, a su favor, en las decisiones que toma el poder político.
(2) La North American Man/Boy Love Association (NAMBLA) (Asociación norteamericana por el amor entre hombres y chicos) es una organización pedófila estadounidense radicada en Nueva York y San Francisco, que se opone a la idea de una edad mínima para tener relaciones sexuales. Desde 1995, el endurecimiento de las leyes y la presión popular han cercado duramente a la NAMBLA, que se reduce actualmente a su sitio web y a un buzón de correo electrónico poco activo. Informes recientes dan cuenta de la eliminación de la reunión anual y la disminución cada vez mayor de las reuniones mensuales locales.
(3) TEDx: Se trata de un programa de conferencias locales, planteadas y organizadas de forma independiente y voluntaria, que permiten disfrutar en diferentes países del mundo de una experiencia similar a las conferencias TED. TED es un evento anual donde algunos de los pensadores y emprendedores más importantes del mundo están invitados a compartir lo que más les apasiona. “TED” significa Tecnología, Entretenimiento y Diseño.
(4) Parafilia. No existe un consenso entre profesionales para definir donde comienza el interés sexual inusual y donde empieza la parafilia. En cuestión de sexo, como en diversas situaciones, hay gustos para todo, y es que lo que a una persona la excita, a otra le puede resultar indiferente o producir un abierto rechazo. Dice el saber popular de los refranes: “Hay palos que merecen gusto y gustos que merecen palos”.
(5) La distopía es el anverso de la utopía: una representación de una sociedad imaginaria, injusta y caótica, en la que nadie querría estar. Por ejemplo: Una civilización humana que está sometida a los extraterrestres.
(**) Eric Arthur Blair, más conocido por su seudónimo George Orwell, fue un escritor y periodista británico marcado por tres sucesos concretos: su oposición al imperialismo inglés, su cercanía a las condiciones de vida de la clase trabajadora de su país y de Francia, y su rechazo al nazismo y al estalinismo al haber participado en la Guerra Civil Española.
NO HAY MEJOR MANERA DE REBATIR AL ENEMIGO CON FUNDAMENTO QUE ESCUCHAR ATENTAMENTE SUS PONENCIAS (MB).