La antimemoria: ¿Qué es?
Profundizamos en la formación de los recuerdos.
Los recuerdos son impulsos eléctricos. Cada vez que aprendemos algo, se crean en nuestro cerebro ciertas conexiones entre las neuronas llamadas excitatorias, pero ¿cómo se armoniza nuestro cerebro para no colapsar por el aprendizaje?. Un equipo de científicos de la Universidad de Oxford (Reino Unido) ha propuesto una nueva teoría acerca de la formación de recuerdos: las antimemorias.
Según los investigadores, estas antimemorias representarían las conexiones entre las neuronas que generan un patrón completamente opuesto a la actividad eléctrica original de la memoria y el aprendizaje.
¿Qué utilidad tienen en nuestro cerebro?
Mesura, armonía. El equilibrio de la actividad eléctrica del cerebro se debe a la interacción de las neuronas excitatorias (que provocan actividad cerebral) e inhibitorias (que la suprimen). Y es que una constante activación de las neuronas excitatorias estaría relacionada con enfermedades como la esquizofrenia, el autismo o la epilepsia, ya que provocan una actividad exagerada. De ahí que para estabilizar el sistema, las conexiones inhibitorias entren en escena. Se trata de anti-recuerdos que no destruyen los originales pero sí calman y normalizan el sistema.
Así, las conexiones excitadoras se equilibran con unas conexiones inhibidoras de la misma intensidad que no son sino réplicas de memorias, de ahí que hayan sido descritas como “antimemorias”. Según Helen Barron, líder del estudio que recoge la revista Neuron, este debate de neuronas permite que se puedan guardar los recuerdos y que podamos acceder a ellos cuando es necesario, pero también los silencian -por lo que no los olvidamos- cuando no es conveniente.
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