Naciones Unidas: hace 54 años que Cuba no recibía votos negativos contra la resolución que condena el embargo norteamericano a la isla.
Estados Unidos se abstuvo este miércoles 26 de octubre de votar contra una resolución de Naciones Unidas que condena su propio bloqueo a Cuba. Acorralado por el descrédito que le produjo esa medida unilateral, el gobierno de Obama, en una decisión histórica, se vio obligado a cambiar su voto negativo por la abstención. Por primera vez Cuba no recibió un solo voto negativo a la declaración que viene presentando ante la ONU. Israel, el único apoyo que tuvo EE.UU. en 2015, también se inclinó por la abstención. De esa forma, hubo 191 países que volvieron a rechazar el embargo comercial sin oposición alguna. Cuando la representante estadounidense, Samantha Power, anunció que se abstendría de ir contra la resolución cubana, recogió un aplauso cerrado en el recinto. Una señal de que corren otros tiempos en las relaciones diplomáticas, aunque todavía queda mucho camino por recorrer hacia la normalización definitiva. Por lo pronto, el bloqueo continúa. Es una prerrogativa del Congreso de Estados Unidos levantarlo.
“La resolución es un ejemplo de que la política de aislamiento no funciona, porque en lugar de aislar a Cuba, aísla a Estados Unidos”, señaló Power.
Ese reconocimiento formal y ante la ONU de que la política de su propio país estaba en vía muerta puede entenderse como un nuevo impulso para las negociaciones bilaterales, tan complejas como lentas en su instrumentación. “El voto en abstención anunciado constituye un paso de avance en el futuro de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos”, declaró Bruno Rodríguez Parrilla, el canciller de la isla.
Los medios en ambos países destacaron el giro de EE.UU. al votar en Naciones Unidas contra la aplicación de sus propias leyes a Cuba. Algunas son tan viejas que llevan casi un siglo de vigencia.