En Victoria, fue derrota
TIGRE 4, SAN LORENZO 3
Por Mario Bellocchio
En un partido con predominios cambiantes, San Lorenzo terminó perdiendo un encuentro que ganaba hasta que Delfino “vio” penal y su asistente no “advirtió” un offside de un metro de adelantamiento, a los 41 y 45 minutos del segundo tiempo.
Hasta a los que no nos gusta quedar atrapados en las teorías conspirativas quedó el sabor amargo de que las equivocaciones tienen olor a factura cobrada.
“Fijate de hablar vos directamente con el pibe éste, Delfino, para el miércoles, que trate de equivocarse lo menos posible. Decile que Boca se está jugando mucho” (Angelici hablando del mismo “pibe” que ayer “vio penal”). San Lorenzo al margen de la “runfla” Chiqui Tapia-Angelici-Moyano en la AFA. San Lorenzo –eterno padre– asediando a Boca en un campeonato que es lo único que disputa. San Lorenzo dando vuelta un partido chivísimo que, en pista mojada, se expone al resbalón sospechosamente forzado por el zarandeado –por Angelici– soplapito. ¿Devolución de favores? ¿Proclividad a ver las cosas con filtro? Sin pruebas –se sabe– no hay condena. Pero ayer quedó la amarga sensación de la impotencia ante designios ajenos al campo de juego, más cercanos a los escritorios del poder.
A las declaraciones en caliente se las denomina “calentura”, descarga ante la situación que a más de un objetivo espectador le pareció, cuando menos, sospechosa. Cómo exceptuar entonces al entrenador y al goleador del equipo. “Nos metieron la mano en el bolsillo. Estamos muy tristes. Se puede perder o se puede ganar, pero de esta manera es jodido”, declaraba enfático el entrenador Diego Aguirre. Y agregaba Nicolás Blandi, autor del “empate en uno” con un golazo, “Los errores hacen pensar en la honestidad. Nos sacaron el partido de las manos. A veces si no decís las cosas te toman de tonto. Esos elementos en el análisis hay que marcarlos, no son normales. Y con nosotros se vienen equivocando seguido”.
“Ajo y agua”, dicen los gallegos. Desde los escritorios sería bueno alzar la voz para prevenir una reincidencia en ésto de los “pitazos forzados” determinantes de lo que sucede o no sucede en el campo de juego. Y a seguir peleando. Ayer hubo algunos atisbos reconfortantes de los refrescantes relevos y algunas confirmaciones. Torrico, Blandi, Belluscchi, Ávila, Merlini, Rojas…
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