En todo no estás vos
Buenos Aires en la escuela es un programa de la Dirección General de Educación –así lo define la página Web del Gobierno de la Ciudad– que pone a disposición las maravillas, tesoros y bienes culturales de la ciudad para que los alumnos, alumnas de las escuelas de gestión pública de la Ciudad de Buenos Aires, sus docentes y familias participen de modos múltiples.
Sus itinerarios aspiran a la mirada de un viajero en la ciudad propia. Pasear, caminar y contemplar las huellas del pasado en el presente. Conocer barrios diferentes, la vida cotidiana y la historia en umbrales y lugares secretos; la memoria de las fachadas, veredas, puertas y ventanas; la ciudad escrita en carteles y placas; la ciudad subterránea.
Ver como la ciudad funciona. Crear un tejido asociativo entre el territorio y las escuelas. Conocer el trabajo de profesionales y empleados públicos, y la complejidad del funcionamiento de la ciudad. Imaginar, pensar y participar en la construcción de Buenos Aires, comprendiendo los mecanismos de las instituciones democráticas que la gobiernan.
En cuanto a los museos y exposiciones el objetivo es contemplar los objetos de los museos porteños muy de cerca, hasta descubrir sus secretos. Generar experiencias de intimidad en los museos, en las que los alumnos se sientan desafiados, cómodos y competentes con el patrimonio histórico, artístico y científico. Frecuentar los museos con el proyecto aula-museo.
La maravilla inicial se fue deteriorando. Quizás, y no tan quizá, la movilidad de los alumnos resultara costosa en términos de gasto público, terminología gerencial a la que ya nos tiene acostumbrados el exacerbado utilitarismo del Gobierno de la Ciudad. Es caro, no es negocio, no reditúa en votos instantáneos sino en elaboración de materia gris a largo plazo…, así que acabemos con estos onerosos paseos de los pibes…
El 27 de agosto el equipo de trabajo de Buenos Aires en la Escuela, se encargó de comunicar la próxima defunción del “paciente”…
Este espacio después de tantos años de ser parte de las escuelas, de compartir junto a ustedes, de tratar de generar nuevas y valiosas experiencias y compromisos, lamentablemente dejará de funcionar. Esta situación no es novedosa para nosotros, quizá para ustedes sí. Desde hace unos años hasta aquí el camino se hizo cuesta arriba. Se ha llegado a esto priorizando la fuentes de trabajo de los compañeros que son parte de este lugar, siendo que es un Programa que fue cambiado de dependencia reiteradas veces, al que se le fue quitando recursos, y por el cual no encontramos en este proceso largo y triste, sector o funcionario que pueda tomar las necesidades como propias y como tales y responder a las mismas.
Escuetas palabras que resumen un desatino educativo más.
Haydée Ch. de Caffarena, de larga trayectoria docente, fue Directora de Educación Inicial desde 1996 hasta 2001, año en que asumió el cargo de Directora General en el que permaneció hasta jubilarse en 2006. La Sra. de Caffarena que conoce al programa que va a ser eliminado de la currícula educativa de la ciudad, desde que era un esperanzado proyecto, relata sus impresiones sobre el desafortunado episodio de la culminación forzosa que va a perpetrar el Gobierno de la Ciudad.
“Restando oportunidades”
Haydée Ch. de Caffarena
Durante el año 2002, la situación crítica imperante, la vertiginosidad de los acontecimientos vividos y un estado general de incertidumbre, aumentaron la necesidad de fortalecer el acompañamiento y garantizar mejores condiciones para el desarrollo de la escolaridad de niños, niñas y jóvenes, así como su formación para la vida en democracia, como ciudadanos titulares de derechos.
Desde la gestión pensábamos que la construcción de ciudadanía requería promover el apego hacia el lugar donde se vive, asumiendo a la vez la responsabilidad generacional que nos cabe en la transmisión del patrimonio urbano y cultural de Buenos Aires.
Desde esa perspectiva se identificaron distintos ejes de intervención que se proponían consolidar la relación de la escuela con la oferta cultural de la ciudad y estimular además la preservación del medio ambiente en función de alcanzar el desarrollo de mejores condiciones de vida.
El programa Buenos Aires en la Escuela se creó con propósitos específicos, entre otros, la ampliación y profundización de la relación de nuestras instituciones con los centros culturales y organizaciones barriales, museos, teatros, cines, conciertos, circuitos turísticos, ferias barriales, tertulias urbanas y de estimular a todos los establecimientos educativos a convertirse en facilitadores e impulsores de acciones basadas en esas premisas.
Creíamos en la necesidad de generalizar y sistematizar la intervención del entorno urbano en la escuela y la presencia de la escuela en la Ciudad, para favorecer el aprovechamiento de la oferta cultural y la integración curricular de su conocimiento
El programa Buenos Aires en la Escuela puso, por primera vez a disposición de las escuelas, ofertas y servicios existentes en la ciudad, estableciendo como prioridad el acceso equitativo a los bienes culturales por parte de quienes reciben menos estímulos desde su medio social y familiar.
Ante la negación de oportunidades que ello significa para los alumnos porteños –al menos los que hemos dedicado nuestra vida a la educación– sentimos un gran dolor por este cierre cuyos autores no tienen justificación posible.