¡El tiempo de las vacunas ha llegado!
CRÓNICAS POÉTICAS DEL TERCER MILENIO
Muestrario de hechos verídicos, otra mirada sobre los tiempos presentes para los habitantes del futuro.Por José Muchnik
Febrero 2021
Marcas de pronunciación imposible, patentes con lenguajes marcianos, no aptos para un mortal como yo: “ensayos pre clínicos” “virus atenuados” “vectores virales” “vacunas innovadoras a base de ARN o ADN genéticamente modificados” “inmunidad de rebaño”… Cada vacuna con su origen, su laboratorio, su eficacia, vías de administración, efectos adversos, temperatura de conservación…, y su precio por supuesto. Vacunas de ARN mensajero: Pfizer-BioNTech (USA – Alemania); Moderna (USA); Curevac (Alemania) … Vacunas de vector adenoviral : AstraZeneca – Oxford (Inglaterra); Sputnik V (Centro Gamaleya, Rusia); CanSinoBIO (China); Janssen – Johnson & Johnson (USA); Vacunas de Virus atenuados : Sinopharm (China); Sinovac (China)… ¡Y no olvidar la Soberana! Vacuna cubana que ya juega en fase III, o sea que se ensaya sobre miles de personas en escala real, como todas las que están en “competición”, no se olviden de que en la famosa tercera fase somos todos cobayos. Al día de la fecha existen 242 vacunas experimentales contra la COVID-19. 66 se encuentran en ensayo clínico y 21 en la fase III
Claro que se ignoran cuestiones elementales como el tiempo de inmunidad ¿Habrá que aplicársela una vez por año? ¿Cada dos años? ¿Cada seis meses? ¿Las noches de luna llena para que los lobos espanten a los virus? El negocio promete ser jugoso, cuando huelen beneficios se precipitan los “golosos”.
¿La salud: objeto de especulación o bien público?
Preguntas como flechas se clavan en el corazón del mundo, es doloroso extraerlas. Gran maestra esta pandemia, aunque nosotros, los humanos, no seamos buenos alumnos. Sin embargo sería sencillo responder ¿La salud: objeto de especulación o bien público? Alcanzaría con explorar las bocas del mundo, caries, encías hinchadas, cuevas desdentadas… No sólo en los “países subdesarrollados” (otra apelación preñada de sentido) también en los “países ricos” el pobrerío está en alza. Hace poco, un presidente francés, “socialista” él, se refirió a los “sans dents” (sin dientes) para referirse a los pobres que no pueden pagarse una dentición correcta. “Liberté égalité fraternité”, en estos tiempos, en el país de Voltaire, implantarse una muela es cosa de pudientes. Historia también es una gran maestra, ella nos muestra la “ética capitalista” despiadada, si hay que sacrificar la salud para optimizar beneficios no lo duden. Desde sus orígenes, cuando la silicosis hacía estragos entre mineros ingleses para que el carbón alimentara máquinas a vapor…, y niños trabajaban como grandes de mineros, con sus cuerpecillos deslizándose tan bien en estrechas galerías subterráneas. No señores, no soy un zurdo primitivo, puedo decir algo análogo de algunas fábricas chinas ultramodernas de hoy, donde los engranajes humanos se quiebran a fuerza de fabricar computadoras o celulares a un ritmo infernal. Conclusión: replantear los fundamentos, la salud pública no debe ser sacrificada en altar de la rentabilidad fianciera. ¿“Capitalismo”? ¿Denominarlo así? Demasiada generosidad. “Ellos” no capitalizan, ni el capital humano, ni el capital social, ni el capital cultural, ni los recursos naturales…, “ellos” destruyen, se oponen a la vida. “Destructivismo o vitalismo”, that is the question.
¿Monopolios de la salud?
Si la salud deviene un objeto de especulación es normal que se generen monopolios para especular con ella. ¡Faltan vacunas! ¡Faltan vacunas! Gritan algunos como si invocasen una cábala secreta para que aparezcan. Les advierto que seguirán faltando, una abundancia repentina podría afectar los precios. Entonces grandes laboratorios “manejar” mercado, no respetar acuerdos, retacear entregas. Entes estatales participan a su financiamiento pero los contratos son casi secretos, la Comisión Europea no facilita información a quien lo solicite, al consultarlos en internet aparecen más tachones que texto, al punto que algunos comienzan a hablar del “Tachón-Gate”. ¿Y la solidaridad internacional? Ya con su nuevo presidente Estados Unidos manifestó la necesidad de colaborar entre todos para vencer la pandemia, acto seguido negó a sus hermanitos mexicanos algunas dosis, poseen 700 millones en stock, los hechos hablan más que palabras. El escándalo de las vacunas es ese, que las hayan transformado en objeto de especulación, como lo fue en su momento el precio exorbitante de la terapia para los enfermos del SIDA ¿Por qué después de tanto tiempo no encontraron una vacuna? ¿Será que el tratamiento de la enfermedad es demasiado rentable? No me hagan caso, soy muy mal pensado. Lo que no es pensamiento sino realidad es la historia de muchos de esos grandes laboratorios que no han dudado en trocar salud por beneficios, ejemplos no faltan, todavía existen “hijos de la talidomida”, miles de niños que nacieron deformados por culpa de ese medicamento destinado a facilitar el sueño y eliminar los deseos de vomitar de las mujeres embarazadas. ¿Y el Vioxx? (laboratorio Merck 1999-2004) Antiinflamatorio que produjo billones de dólares de beneficio por año y también miles de muertos por crisis cardíacas ¿Y el Mediator? (laboratorios Servier 1970 – 2009) Prescripto durante todos esos años como “supresor de apetito”, recomendado en particular para personas con sobrepeso o diabéticas. Detalle: un componente del medicamento provocaba hipertensión arterial pulmonar, fueron muchos los muertos. La lista sería larguísima, el sistema sigue bien aceitado, “regalos” diversos de los laboratorios a hospitales, equipos de investigación, médicos… contribuyen a aceitar engranajes, que los mecanismos no se atasquen… (para más información alcanza con un clic
Política y ética: los asquerosos de siempre
Frente a la pandemia, sería normal que los humanos respondieran solidariamente. Pero los “destructivistas”, los embajadores de la muerte, no dudan en utilizar este drama para sus “cruzadas políticas”. Al comienzo facilitaron el contagio saliendo a manifestar en plena pandemia, pues atacaban su libertad, cualquiera que limitaba sus movimientos devenía un “dictador comunista”…, o como deseen llamarlo. Luego politizaron la vacuna, como si las que no saliesen del “templo occidental del saber” fueran peligrosas, los chistes sobre las vacunas rusas o chinas, inundaron las redes, los que las tomaban aparecían bailando la polca o comiendo arroz con palitos. Ahora claman por aplicarse esas vacunas y si escasean atacan a quien se les cruce. Son los mismos de siempre, los que… ¿Para qué detallar? El que quiera entender, entiende.
Subrayémoslo por si quedaron dudas: el problema de fondo no es si alguien se adelantó en la cola de la vacunación, eso no está bien, pero vista la magnitud del problema se trata de algo completamente marginal. La cuestión de fondo son los fundamentos del sistema, los que llevan a que la salud devenga un objeto de especulación y no un bien público del cual todos podamos disfrutar. Un buen reflejo de esta orientación es el des financiamiento de los hospitales públicos y la acelerada privatización de los servicios médicos en los últimos años, Inglaterra, Francia o Italia, constituyen buenos ejemplos al respecto. ¿Y qué decir del sistema de salud para las personas de edad? Recluidas a menudo en “casas de retiro” o “establecimientos geriátricos”, preocupados mucho más por su rentabilidad financiera que por la salud y el esparcimiento de los ancianos que ahí residen.
Moraleja: Así vamos estimados habitantes del futuro, así va el mundo. Lamento que el testimonio transmitido no sea muy alegre, mi rol de cronista poético debe ajustarse a la veracidad de los hechos. Un toque “vitalista” para diluir la amargura: hace una semana observo a través de mi ventana dos urracas construyendo su nido en la cima de un fresno. Van y vienen trayendo ramitas, la casita va creciendo, pronto llegarán los pichones, desplegarán nuevos vuelos.