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El paraíso devenido infierno

¿Una escena de Apocalypse Now* donde el coronel Kurtz (Marlon Brando) enloquece? Por Mario Bellocchio

No precisamos alejarnos tanto en el tiempo ni en el espacio. Aquí, a 1700 kilómetros de Buenos Aires, en El Bolsón, tenemos un infierno semejante con personajes que, inclusive, le disputan el Oscar a Marlon Brando.

¿Puede creerse que el intendente de la localidad epicentro del drama, Bruno Pogliano (ex contador del terrateniente Lewis), no advierta que tiene un mundo de cosas por hacer ante tan grave situación antes que terminar de aterrar a los ya castigados pobladores difundiendo un mensaje que traduce claramente su falta de capacidad para controlar el desastre: “Se está quemando todo, estamos en caos total. Estoy destruido, esto es muy, muy feo” (declaraciones al sitio Bariloche 2000). Sólo le faltó ponerse a llorar.

Días más tarde aseguró a la prensa “Entiendo que la presencia del Ejército en el territorio haciendo control y seguridad interior es una decisión que debe tomar por estos días la ministra de Seguridad Patricia Bullrich”,

No cabe duda de que el espectáculo dantesco podría rivalizar con Coppola. El audio del tableteo de los helicópteros, las noches rojas con el escalofriante ulular de las sirenas y las órdenes gritadas a voz en cuello para superar el ruido ambiente y las encendidas cenizas en vuelo son los escollos constantes a superar por gente que ha perdido todo – 150 casas arrasadas en El Bolsón**– y las que tratan de salvar lo poco que les queda mediante cortafuegos (desmalezamiento, poda y tala de árboles próximos con resultado incierto sujeto a la variabilidad de vientos y temperaturas) y acumulación de la escasa agua en piletas propias o tanques portables a los que es necesario dar presión adicional para arrojarla con efectividad sobre las llamas. Y pobladores que deciden resistir en sus hogares por miedo a los saqueos ante el abandono…

Claro que siempre aparece alguien como el presidente de la Cámara de Turismo de El Bolsón, Diego Cordero, quien en una entrevista publicada el viernes por el diario Río Negro, asevera que la ciudad superó los incendios y espera recibir nuevos visitantes. Incluso, dice el diario, “desde la Cámara de Turismo local afirmaron esta semana una fuerte apuesta para difundir opciones a la hora de pasar hermosas vacaciones”. No faltó el poblador acosado por las circunstancias que preguntó: “¿Este pelotudo, si nos quiere ayudar de verdad, no tendría que arrimarse a la línea de fuego para hablar sobre cómo están las cosas?”

Y si alguien –local– faltaba para completar el podio de desatinos, aparecieron los “X” –ex twitter– del gobernador Alberto Weretilneck: “No fue un descuido, fue un acto criminal. La Justicia ya ordenó su detención. No vamos a permitir que nadie ponga en riesgo la vida de nuestra gente”, proclamaba orgulloso el mejor alumno de la Bullrich, exhibiendo en cámara a Jorge Hermosilla, un pobre desquiciado que, acorralado por la policía, apaga con sus manos una precaria fogata tirado en el suelo y sostiene que Nahuelpan lo amenazó con un cuchillo para obligarlo a encender el fuego. “Nahuelpan dijo que prenda fuego, si no me mataba a mí”.

Nahuelpan era un jefe de las huestes del mapuche Sayhueque, fallecido en el siglo 19, pero actualmente también es Fernando Nahuelpan, un líder de la comunidad mapuche “Nahuelpan” que desde hace años lucha por sus derechos territoriales en la zona y es, por su humildad y su desamparo, campo propicio para cosechar “perejiles” ante la urgencia de justificar la precipitada declaración de acto terrorista y presentar a los “incendiarios culpables” de una ideología y objetivos  desconocidos para los acusadores. (“Había armas de grueso calibre, que llegaron a cortar de cuajo un árbol”, decía Patricia Bullrich sobre el armamento mapuche en 2017, en alarde imaginativo.)

El pasado jueves 6 de febrero, una patota montada vinculada al municipio y a Lago Escondido –la posesión del magnate Lewis– se encargó de dispersar a machetazos a un grupo de lugareños que protestaban, delante de la comisaría de El Bolsón, pidiendo la liberación de los detenidos el día anterior.

Cómo sería de flagrante la detención que el juez de Garantías de Bariloche, Ricardo Calcagno, debió ordenar la liberación de las cuatro personas arrestadas el jueves en la vecina localidad de El Hoyo, Chubut, y de otras dos de la misma localidad que también había ordenado capturar a pedido del fiscal Francisco Arrien. Y lo hizo en una audiencia en la que calificó en términos muy severos el trabajo de Arrien, y el de su jefe el fiscal general de Bariloche, Martín Lozada.

El juez acusó a ambos de “no haber realizado un esfuerzo investigativo, de acusar por la mera sospecha sin verificar hechos”, y enfatizó que “violentaron el principio de inocencia, que se guiaron apenas por declaraciones sin verificación”, entre otros duros cuestionamientos.

Se comprobó que Arrien, por ejemplo, había ordenado arrestar a diez personas sólo en base a declaraciones de terceros que los señalaban como merodeadores de la zona del fuego cuando, en todos los casos, se trataba de vecinos voluntarios en la lucha contra las llamas, o en la línea de fuego o en la logística de asistencia a los brigadistas. (Nunca faltan alcahuetes prestos a imaginar “terroristas” a trabajadores activos y de humildes ropas, generosos al ofrecer ayuda solidaria).

Mientras tanto, el gobernador Weretilneck y el intendente Pogliano seguían celebrando detenciones de “terroristas piromaníacos” y haciendo públicas las “conquistas” desconociendo arbitrariamente el más elemental secreto sumarial.

¿Y quién es el único que quedó “en cana”? No se precisa mucha perspicacia para contestar la pregunta: un pobre trabajador golondrina de 22 años, Nicolás Heredia, el más vulnerable de los perseguidos, un pobre pibe que ante los incendios se incorporó de inmediato a las brigadas de lucha contra el fuego, pero que carece de vínculos, familia o amigos en la zona, dada su condición laboral, que lo apoyen en su defensa.

 

Despachos desde El Bolsón (“Tiempo Argentino”)

“Mientras miles de voluntarios garantizan la logística que sostiene a brigadistas, y millares envían donaciones para las víctimas desde todo el país, en El Bolsón las élites políticas y empresarias compiten por protagonizar el disparate mayor”.

Mientras tanto el enviado especial de Clarín, Pedro Gianello, señala desde El Bolsón, Río Negro.

“Los gritos no son de los brigadistas del SPLIF (Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales) sino de los vecinos auto convocados que convirtieron sus camionetas en mini autobombas. Necesitan volcar nafta en las bombas para tener presión y así sacar agua para combatir las llamas”.

“Todo es un caos, pero cada uno tiene una tarea. Las chacras tienen las tranqueras abiertas y en la que el fuego empieza a devorar los pinos, entran de a cinco o seis voluntarios subidos a las cajas de las camionetas a toda velocidad. Palas, mantas, mangueras. Todo sirve”.

“(…) En la expresión de cada voluntario solo se veía desesperación y apuro por llenar los tanques, atacar los focos nuevos. Se comunicaban con handies en medio de un sonido ambiente invadido por motosierras para cortar lo que haya por delante para que la manguera llegue hasta el fuego. El otro sonido sostenido era el de las bombas para darle presión al agua. Cada camioneta tiene un tótem (receptáculo portable de agua) y arriba una bomba impulsora”.

De la picardía popular

Alguien me señala que se habría incorporado a la legislación, que lo prohibía, el permiso para vender terrenos azotados por el fuego. Especie que, de ser cierta, aclararía el manejo de los intereses en juego. Puestos a averiguar sobre el particular del espacio “Chequeado” nos informan que:

“No existe ningún DNU que haya derogado la Ley de Manejo del Fuego (Ley 26.815). Si bien el 20 de diciembre de 2024 Milei anunció la modificación de esta norma en una cadena nacional en la que presentó los pilares del DNU 70/2024, en el decreto publicado finalmente no figuró ningún artículo que modificara esa ley. Organizaciones ambientalistas confirmaron a Chequeado que ni el DNU, ni la Ley Bases derogaron la Ley de Manejo del Fuego. De hecho, el Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF) se encuentra operativo.

Aunque la Ley Bases sí habilita al Poder Ejecutivo a modificar el Fondo Nacional para el Manejo del Fuego, éste sigue vigente. Entre abril y agosto de 2024 se ejecutó un 40% del presupuesto anual para el SNMF”.

 

Fuentes de información:

Publicaciones de la prensa nacional oficialista y opositora que otorgan elementos como para que “Desde Boedo” saque y transmita sus propias conclusiones.

 

 

 

(*) Apocalypse Now (la acción en Vietnam, 1969). Estrenada en 1979. Dirección Francis Ford Coppola. Principales protagonistas: Martin Sheen, Marlon Brando, Robert Duvall, Frederic Forrest, Sam Bottoms, Laurence Fishburne, Harrison Ford, Dennis Hopper, entre otros.

(**). Información perteneciente al 10 de febrero a las 6 por la tarde.

 

Fotografías:

  • El Cronista
  • Alejandro Otero
  • Eugenia Neme (Clarín)

 

 

 

 

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