El día en que un “gitano” quiso detener el alunizaje
¿Qué estabas haciendo el día en que Amstrong pisó la luna en 1969? Por Mario Bellocchio.
Uno suele recordar detalles personales de esas fechas. Yo vi la transmisión en el control central de Canal Once, el más joven de los cuatro canales porteños de aire, donde trabajaba como camarógrafo.
¡”Señore”…! ¡O paran “ustede”, o paro yo! –dijo sin perder la pose ni el lenguaje del rol, el gitano Rafael Heredia– Sí, porque no hablaba el actor Enzo Bellomo, hablaba su personaje, el protagonista de una exitosa telenovela de la tarde de Teleonce, “Rafael Heredia, gitano”. Y se dirigía a la plana mayor del Canal que rodeaba al jefe de operaciones, el “vasco” José María Luperena, a cargo del lanzamiento al aire de la transmisión del primer alunizaje.
Esa mañana del 20 de julio de 1969, por primera vez en sus ocho años de vida, en Teleonce no se hablaba del cumpleaños de Leoncio, el león-mascota símbolo de la emisora nacida el 21 de julio de 1961. Los técnicos enfrentaban el desafío de irradiar la primera transmisión vía satélite(1) con un acontecimiento de enorme repercusión: la llegada del hombre a la luna. En la precariedad de los recursos tecnológicos de la joven emisora una hazaña solo pequeña si se la compara con el salto enorme de la NASA. Para nosotros un desafío que movilizaba a todo el personal de la emisora.
En la programación de Teleonce de aquel entonces, una telenovela diaria de producción propia –tira, en la jerga de televisión– batía records de audiencia a las 2 de la tarde: “Rafael Heredia, gitano” de Celia Alcántara. El protagonista era Enzo Bellomo, su pareja de ficción Elizabeth Killian y un gran elenco encabezado por Maruja Gil Quesada. Se grababa en el estudio A que conservaba ciertos detalles de aquella subdivisoria obligada (A y B) cuando en los comienzos se particionó el viejo estudio Pavón de Canal 7. Lo singular para este relato era que el control de estudio –con ventanal de vidrio doble y todo– pasó a ser Control Central, con acceso por una angosta escalera a través del estudio.
Aquel 20 de julio, la bullente actividad operativa vinculada a la NASA circulaba protagónicamente por la estrecha escalera. Técnicos, personal operativo y no pocos curiosos iban y venían aguardando el primer plano de la bota de Neil Armstrong en la superficie lunar.
Enzo Bellomo y elenco, esperando el momento de reanudar su grabación, seguían mientras tanto ensayando en el piso, un ensayo que se tornaba irremontable de la mano del ajetreo técnico “lunar” y la inevitable distracción que producía en los actores aquel acontecimiento. De pronto Enzo tomó una decisión, detuvo el ensayo y trepó la angosta escalerita caracterizado con su camisola a lunares apartando a quienes obstaculizaran su paso y accedió al control: ¡”Señore”…! ¡O paran “ustede”, o paro yo! –dijo sin perder la pose ni el lenguaje del rol, el gitano Rafael Heredia– Sí, porque no hablaba el actor Enzo Bellomo, hablaba su personaje. En esa jornada caracterizada por la tensión que producía el suceso, su presunto chiste no causó ninguna gracia. Luperena desde el switcher, rodeado por toda la plana gerencial de la “canaleta”(2), sacó por primera vez la vista de los monitores con imágenes de la NASA, lo miró seguramente incrédulo de lo que estaba escuchando y le respondió serenamente: –parás vos, Enzo…, parás vos, no te quepa la menor duda– y volvió su vista a los monitores con el módulo posándose en la luna y Bellomo, enfurruñado, de regreso a contramano por la angosta escalerita.
Aquel control central de Teleonce del 20 de julio de 1969 debe haber sido de goma como el Gasómetro cuando el “Bambi” le hizo cuatro a Boca –un par de años antes, 1967–, porque todos alegan haber estado. Yo solo puedo asegurar que fui testigo de esta escena infiltrado entre los que realmente estuvieron y los que se citan como presentes de la mano de las neblinas que el tiempo arroja al ruedo de los recuerdos.
(1). “Cuando se estaba construyendo la estación con la primera antena Balcarce I – de 30 metros de diámetro– surgió el tema de la misión Apolo XI. Lamentablemente, como la estación estaba bajo prueba no se llegó a transmitir el lanzamiento de la misión. Pero el 20 de julio de 1969 mis compañeros pudieron lograr ajustar y mover la antena de tal manera que se logró recibir la señal de Intelsat y de ahí retransmitirla a los canales de aire”. (Ing. Marcelo Blanco, a cargo de la Estación Terrena de Balcarce.)
(2) “Canaleta”, bautismo del inefable Tato Bores a Teleonce –en aquellas épocas de precariedades– que quedó grabado para siempre en la memoria de los pioneros del Canal.
Recuerdo “borrosamente” presentes en el control a Pedro Simoncini (gerente general), Darío Castell (gerente artístico) y Carlos Alberto Fernández (gerente técnico).