Día Internacional de los Derechos Humanos*
Por Enrique A. Rocatti**
Tratemos de entender cuál es el “curro de los Derechos Humanos”. Para ello es imprescindible reconocer qué se pretende decir cuando se asocian ambos conceptos. El curro es un fraude. Los Derechos Humanos son atributos característicos de las personas que las habilita y les permite desarrollar su vida con garantías de dignidad. A su vez constituyen un paradigma ético que orienta y regula el comportamiento humano.
El paradigma consolida como legales a los derechos o atributos que se reconocen universalmente como inalienables y fundamentales que todo individuo posee por el simple hecho de ser humano?, independientemente de su edad, clase social, ubicación, idioma, religión, etnia o cualquier otra condición.
Todos los seres humanos tienen los mismos derechos, sin discriminación y estos son esenciales para fomentar la empatía y el imperio de la ley, que a su vez, obliga a respetar los derechos de los demás.
Los Derechos Humanos no son cosa nueva, remontan sus antecedentes a los primeros acuerdos europeos que establecieron regulaciones de la autoridad, como la Carta Magna inglesa (1215) y el Acta de Habeas Corpus (1679), también acordado en Inglaterra, que obligó a las autoridades a dar cuenta de las personas privadas de libertad.
Hagamos un poco de historia más cercana, tras la primera guerra Mundial las potencias europeas se preocupaban por sus imperios, es decir, sus colonias y se volvieron hostiles en general con Alemania.
Así fue como se creó un terreno fértil para la aparición de los líderes nazi-fascistas que querían manejar el poder absoluto para recuperar territorios. El discurso de la política que les dio apoyo popular hacia el intento de ese nuevo orden, enfatizaba “el conformismo, la hostilidad hacia los extranjeros, la violencia rutinaria, el desprecio por los débiles y un odio absoluto por cualquier opinión diferente”.
Tras el final de la segunda Guerra Mundial, las aberraciones del nazismo, fundamentalmente el holocausto (la shoah), provocaron tal horror en la humanidad que, para prevenir las atrocidades de la esclavitud, la tortura, el genocidio y los crímenes de guerra, se admitió que la protección de los Derechos Humanos es un requisito indispensable para apuntar hacia una sociedad más justa, reconociendo de este modo, la vulnerabilidad humana. Esto quedó plasmado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la Asamblea General de las Naciones Unidas de 1948.
En nuestro país se desarrolló en los años ‘70 del siglo pasado, un régimen dictatorial que, por la fuerza y la violencia, concentró todo el poder del estado luego de rebelarse y derrocar un gobierno democrático y constitucional. Fue un grupo de militares que se apoderaron del estado, reprimiendo opositores, vulnerando Derechos Humanos y libertades individuales. Por haberse apropiado del Estado, crímenes tales como desaparición forzada de personas, torturas, delitos sexuales, apropiaciones de bebes, robo y despojos, fueron considerados de “lesa humanidad”. El objetivo final era imponer un modelo económico en contra de los intereses nacionales, llevando miseria al pueblo y saqueando las riquezas del país. Luego de mucha resistencia y tras el bochornoso fracaso en la guerra de Malvinas, se vieron obligados a dejar el poder y fueron juzgados y condenados.
La defensa de los Derechos Humanos ha persistido hasta la actualidad, centrándose en la expansión de las libertades sociales, económicas y políticas, sin por eso abandonar la lucha por un proceso de “memoria, verdad y justicia” para la reparación a las víctimas, las condenas pendientes y la no repetición de las violaciones a los Derechos Humanos.
Para tratar de excarcelar a los militares sediciosos, delincuentes, criminales de lesa humanidad ya condenados, cada tanto algunos partidarios de ellos, con intereses afines, tratan de desprestigiar los Derechos Humanos. Varios engreídos repiten zonceras que escuchan en las usinas de propaganda de esos nostálgicos de la dictadura, sin poder dar un mínimo fundamento coherente, quedando en ridículo.
En Argentina “curro” es sinónimo de estafa, y en ese sentido solamente un tonto o alguien muy corto de entendimiento puede creer que los Derechos Humanos son un “curro”.
Tengamos pues en claro, que quienes dicen que los Derechos Humanos son un curro, proponen un modelo que enfatiza “el conformismo, la hostilidad hacia los extranjeros, la violencia rutinaria, el desprecio por los débiles y un odio absoluto por cualquier opinión diferente”. También se desprende que están a favor del sometimiento a condiciones de esclavitud, la tortura, el robo, la desaparición forzada de personas y delitos sexuales; ya que están en contra de la memoria y a favor de la impunidad. Por lo tanto, podemos concluir que el verdadero curro (la estafa) de los Derechos Humanos es su “demonización” por parte de esos seres nefastos, que lo hacen con el fin de volver al poder para realizar las atrocidades y aberraciones que el nazi-fascismo lleva en sus entrañas.
- Enrique A. Rocatti**
- Lic. en Periodismo
(*)El 10 de diciembre se celebra el Día Internacional de los Derechos Humanos en conmemoración de la adopción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1948.
(**) Enrique A. Rocatti es el actual Co-presidente de la Regional CABA de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos