Cultura y comunicación 2003 / 2014
Hacer memoria, efectuar revisión, encabezar proyectos forman parte de la lucha por enfrentar el retroceso que se expresa en las medidas tomadas por el Gobierno Nacional desde el 10 de diciembre de 2015.
Buenos Aires 22 de Febrero de 2016
DOCUMENTO CULTURA Y COMUNICACIÓN 2003 – 2014
Todo cambio político convoca a repensar la época y el momento. Un cambio de gobierno puede significar un avance o un retroceso en las condiciones de vigencia, producción e intercambio de productos, situaciones, generación de agentes y sujetos. La cultura o las culturas vigentes en una sociedad nacional determinada, en un momento histórico universal, constituyen uno de los campos donde la convivencia social, la educación, los intercambios interpersonales e intergrupales debe ser analizada para entender el crecimiento de la libertad y de las capacidades productivas de grupos, comunidades y personas.
Hoy con las nuevas tecnologías, la radio, la televisión, internet y la telefonía comunican y transmiten todos los contenidos culturales que nuestro pueblo produce. Por lo tanto la cultura y la comunicación están íntimamente relacionadas. Son los productores culturales quienes dan contenido a las comunicaciones.
Los doce años de gobierno de Néstor y Cristina Kirchner han implicado un alto grado de afirmación de los principios culturales de libertad de expresión, libertad personal, ampliación de los derechos de los grupos marginados y clases postergadas o sometidas, interrogación activa de la cultura y la comunicación nacional, apoyo al crecimiento de infraestructuras de la comunicación, integración cultural y comunicacional latinoamericana, vinculación crítica a la cultura globalizada. La creación de las industrias culturales y el crecimiento de los puestos de trabajo.
Por ello, en estos doce años de 2003 a 2015, la recuperación de lo tradicional nunca fue incompatible con el desarrollo de alta tecnología, la libertad personal se extendió a sectores que padecían graves limitaciones al acceso a bienes e instrumentos culturales modernos. En este decurso se trabajó en reducir la distancia entre la cultura tradicionalmente dominante en el centro del pais con las subordinadas en sectores periféricos; en unir, a través de un uso democratizador de las permanentemente cambiantes nuevas tecnologías, a regiones y sectores para nivelar su acceso a lo que fue durante mucho tiempo privilegio de minorías; en convocar respetuosamente a las llamadas culturas populares y ala mal denominada cultura culta de élites.
Los sujetos de la cultura fueron considerados todas las personas, lo que se ilustró con el acceso de computadoras a cinco millones de chicos de todas las escuelas públicas del país. (Decreto N° 459/2010 por el que se crea el Programa CONECTAR IGUALDAD).
Por eso, durante el kirchnerismo la cultura y la comunicación tuvieron un protagonismo ideológico y valorativo (para servir a la enseñanza, el conocimiento, a la comunicación, el placer y el juego) y también un importantísimo generador de empleo y valor para trabajadores y para la Nación.
Ello se construyó a partir de una perspectiva democrática, federal, inclusiva, popular, de género, latinoamericana y universal. Grandes sectores populares se visualizaron cada vez más construidos como ciudadanos por este ensanche notable de las perspectivas culturales, de legitimidad para todas las voces.
Sectores populares de todo el país que se sintieron protegidos y defendidos por un Estado Participativo, que se ocupaba de los más vulnerables, de aquellas y aquellos de los que no se ocuparía jamás el mercado. Un Estado Nacional transformador de necesidades en derechos, como lo concibió Evita.
Cabe entonces ante el advenimiento al gobierno de la Argentina de un perspectiva neo-liberal que se proclama restauradora de concepciones tradicionales conservadoras, que prioriza al mercado defendiendo los derechos de los monopolios de la información y de la producción cultural, que critica supuestas limitaciones fácticas y conceptuales de la estimulación cultural alentada por el kirchnerismo, un balance de hechos y de construcciones que traten de sintetizar los esfuerzos desarrollados orientados a la transformación cultural.
Repasar lo hecho para que no olvidemos y podamos comprender la dimensión de la destrucción que está llevando adelante el gobierno nacional. Repasar lo hecho para defenderlo del impulso reaccionario de destrucción que anida en toda restauración del pasado conservador. Y repasar lo hecho para plantear una nueva etapa de proyecto, abierto a los cambios de la época y siempre dispuesto a defender la libre elección de las personas y la protección de las diversas opciones que enriquecen a una comunidad nacional y su integración necesaria como parte de la sociedad universal. Y en el entendido de que tanto en la comunidad nacional, como en la regional, y en la sociedad universal, las fuerzas democráticas y pluralistas como ya se definió más arriba enfrentan el despliegue de las fuerzas del mercado que construyen y exaltan a consumidores compulsivos y estrechos en contra del desarrollo de personas libres y responsables.
El kirchnerismo hizo mucho por el crecimiento de la libertad y la recuperación de derechos de millones de ciudadanos, de consumidores, de mayores y menores, de toda clase de géneros, de toda clase de habitantes del suelo argentino, en una lucha permanente por un vínculo con las culturas que se despliegan en el campo universal. En el esfera cultural tampoco el kirchnerismo dejó que el país se aislara del mundo como lo pretende la leyenda neo-liberal; por el contrario, amplió ese vínculo, por cierto que de otra forma que como lo pretendía el mercado global, que cree que estar aislado en la escena internacional se produce cuando se toma distancia del mundo capitalista financiero.
El proyecto cultural kirchnerista está desplegado en las más diversas áreas y por los más variados métodos. Su medida político-administrativa más importante en el área se produjo cerca del final de su gestión, para desmentir el rumbo proyectista que gestiones anteriores desarrollaran: el que planteaba renovar herramientas políticas antes de comenzar la acción transformadora. Así nació la promoción de la Secretaría de Cultura a Ministerio de Cultura de la Nación (Decreto N°641/2014), cuando la transformación ya se había consumado de manera considerable.
En el espacio mediático, el proyecto kirchnerista procuró democratizar el mapa de las unidades emisoras. Su contribución política más significativa en este rubro es el de la redacción y discusión nacional de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual N° 26522, para re ordenar un mundo monopólico sometido al control de una iniciativa privada regida por la pulsión de poder del grupo Clarín. Su construcción a partir de los “Veintiún puntos por una Radiodifusión Democrática” se constituyó en un impecable proceso de legislación, el más amplio y democrático de legislación alguna en la Argentina plasmado en la mencionada ley. La elaboración de un proyecto oficial a partir de aquella manifestación de los grupos radiofónicos comunitarios se trasladó luego a la discusión nacional de dicho texto, en reuniones celebradas en diversos puntos del país. Luego el Congreso Nacional volvió a abrir el espacio de discusión en sus comisiones a quienes quisieran aportar a la mejora o rectificación del mismo, hecho que efectivamente se produjo. La ley se aprobó de acuerdo a un modelo “anotado”, es decir, que muchos de sus artículos tenían notas al pie que justificaban la regulación adoptada por la norma. Salvo el Código Civil, redactado por Dalmacio Vélez Sarsfield en el siglo XIX ninguna otra norma había tenido un tratamiento tan justifica torio. Y después de su sanción comenzó un proceso de cuatro años de medidas judiciales postergatorias que recién culminó cuando la Corte Suprema de Justicia reconoció su constitucionalidad. Y esa ley y ese proceso de reconocimiento de legalidad fueron avasallados de manera aberrante por el decreto de supuesta necesidad y urgencia que dictó el Macri a 15 días de haber asumido, (Decreto 267/15) para responder a los intereses que eran regulados por la norma moderna que creara la Administración Federal del Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) en lugar del vetusto COMFER.
La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual define fondos para el INCAA (25%)como ya lo hacía el ex COMFER, y suma un porcentaje de la recaudación del AFSCA para el Instituto de Teatro (10%), el recién creado Instituto de la Música(2%) y para los medios sin fines de lucro y de los Pueblos Originarios (artículo 97 de la Ley N° 26522).
La creación de la Defensoría del Público (artículo 19 de la Ley N° 26522) permitió abrir un espacio de cuestionamiento y defensa de sus derechos para los públicos y de cooperación con los medios para la mejora de sus emisiones. La defensa de los contenidos se brindó por medio de proyectos como la creación de un archivo digitalizado que permite su acceso a todo público. La creación del Banco de Contenidos Audiovisuales (BACUA) (Decreto N° 835/2011) permitió acumular y distribuir los programas generados a partir de concursos de producción contenidos convocados por el INCAA, el Ministerio de Planificación y la AFSCA, un total de 6 mil horas disponibles de series y unitarios para TV, usadas por 40 canales y distribuidas en el mundo entero. Este programa de fomento a los contenidos para televisión, generó el desarrollo y crecimiento de cientos de PYMES productoras de contenidos en todo el pais. El mundo entero aplaudió en MIPCOM 2013 en Cannes, las producciones realizadas en todos los paisajes, con todas las tonadas y todas las historias del país. Se desarrollaron así directores, actores, guionistas, músicos, editores, maquilladores, vestuaristas, camarógrafos, iluminadores, sonidistas, etc. Todas y todos con Trabajo Registrado, condición necesaria a cumplir por las empresas productoras para recibir subsidios. (artículo 20 de la Ley N° 17741 t.o. 2001).
La ley 26522 impulsó la renovación de medios y contenidos y desarrolló la expansión de las frecuencias para canales y radio FM educativas, universitarias, de pueblos originarios (arts. 145 y ss de la Ley N° 26522). Fue creada Radio Televisión Argentina (RTA), Sociedad del Estado (artículos 199 al 123 y 131 al 135 de la Ley N° 26522) como rector de los medios públicos organismo responsable de una jerarquizada conducción de LRA Nacional y de la TVP-Canal 7, con representación de las minorías parlamentarias en su directorio. En esta área fue creado un Archivo de la Televisión y la Radio Públicas, PRISMA, mediante Decreto Presidencial del mes de abril del año 2013 que, catalogando y digitalizando muchos contenidos, permite custodiar la historia de muchos momentos de la radio y la televisión argentinas y ofrecerlo al público. La TVP ha ofrecido una destacada programación cultural en la que sobresale una línea de ficción de calidad junto a una destacada programación deportiva y la presencia de un programa periodístico como “678” que impulsó la polémica acerca de los contenidos y perspectivas de la información brindada por los medios hegemónicos. La TVP posee un 60 % de producción propia y un 20 % de producciones independientes.
El lanzamiento del canal Encuentro, dependiente del Ministerio de Educación (Decreto 533/2005) brindó por primera vez en el espacio de la televisión argentina (privada y pública) una coherente propuesta cultural de enorme amplitud temática, nacional e internacional, con una cuidadosa perspectiva plural.
En 2010 llegó INCAA TV, (creado por Resolución N° 2589/09/INCAA) la señal del INCAA que transmite todo el cine Nacional, ficciones, documentales, animaciones en largo o cortometraje, y también lo mejor del cine nacional.
Del mismo modo, la Televisión Digital Argentina (creado por Decreto N° 1148/2009) acercó el mundo audiovisual a sectores populares, del mismo que brindaron su novedosa contribución Deport TV, Acua, Acua Mayor y Tec que posee 40 señales y cubre el 85 % del territorio, poseyendo 83 estaciones operativas y casi un millón y medio de decodificadores repartidos entre los más vulnerables. La televisión tal y como nació durante el gobierno del Gral Perón, Pública y Gratuita llegando a todo el territorio nacional. Y fútbol para todos (creado por Decisión Administrativa N° 221/2009), permitió a los todas y todos los Argentinos ver los partidos completos de todas las divisiones en sus televisores sin pagar cánones extras.
La Argentina se convirtió en participante como auspiciante y copropietario de Telesur, el mayor esfuerzo de cooperación comunicacional latinoamericana en el último medio siglo.
La política global de los gobiernos kirchneristas alentó la producción nacional en todas las áreas de la economía. La zona de la televisión no fue ajena a esta perspectiva. En 2013 las exportaciones del sector, basada sobre todo en una línea de calidad en ficción y telenovela, superaron los 380 millones de dólares, más del doble que en 2004 cuando llegaban a 144 millones. En 2013 las ventas de servicios audiovisuales al resto del mundo se expandieron un 19 %, en tanto que la llegada al conjunto de la población de este medio condujo a que el 68% de la población esté abonada a servicios de TV por cable y un alto 13 % consume TV satelital.
La política de desarrollo del sistema audiovisual planteada por el gobierno nacional y ejecutada a través de la AFSCA incluyó, entre otras acciones, la presentación de 40 propuestas de adecuación a la ley de grupos empresariales comunicacionales de las cuales se aprobaron 23, en el marco del artículo 45 de la Ley N° 26522, otras fueron rechazadas y la presentada por el grupo Clarín fue frenada por el Poder Judicial, en una nueva maniobra para frenar la aplicación de la Ley de Comunicación y Servicios Audiovisuales, antes de su anti-democrática derogación.
La AFSCA había brindado en su desempeño: 21 licencias de Televisión Digital Terrestre Abierta; 62 licencias para radio de baja frecuencia en zonas de alta vulnerabilidad social; 82 autorizaciones para medios de gobiernos provinciales, municipalidades y comunas; 290 autorizaciones para escuelas primarias, centros juveniles, institutos educativos y universidades; 56 radios y una señal de televisión para pueblos originarios; la realización de 569 concursos para frecuencias de FM.
Por otra parte, el Plan Argentina Conectada instaló 47 mil kilómetros de fibra óptica (Decreto 1552/2010) en todo el país para producir la conexión libre de usuarios particulares y empresas de pequeño porte. La red de fibra óptica mas importante de Latinoamérica. El tramo que recorre de norte a sur la ruta 40, brinda servicios alternativos a Chile, ya que corre paralela a la frontera.
La creación de ARSAT, (Decreto 634/2006) con los dos satélites ya en órbita significa una de las transformaciones mas importantes para la Argentina en lo referente a comunicaciones y soberanía. A través de estos satélites transmitiremos nuestros contenidos a través de una plataforma propia, que recaudará para el pais lo que antes gastábamos en alquiler de espacio en satélites extranjeros. La Ley de Desarrollo de la Industria Satelital Argentina, sancionada en 2015, prevé la construcción de 8 satélites mas al 2019. E impide la privatización de esta empresa nacional.
El Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), ha generado el desarrollo expansivo del cine argentino mas potente de toda su historia, desde 1957, con su desarrollo democrático y federal en todos los géneros; con un promedio de 150 películas estrenadas al año, a partir de 2010, a través del Plan de Fomento implementado por la Resolución N° 1880/08/INCAA. Se llegó a los 100.000 puestos de trabajo al año para artistas y técnicos de todo el país. Con este apoyo del Estado Nacional se conformaron mas de 2.000 pequeñas empresas productoras en todo el país registradas en el INCAA. Se fomentó la participación del cine nacional en todos los festivales y mercados del mundo (Resolución N° 1798/09/INCAA y posteriores Resoluciones), Cannes, Venecia, Toronto, Berlín, San Sebastián. Siendo el cine Argentino, el mas prestigioso y demandado de la región. El INCAA ha reconstruido, puesto en valor y digitalizado 63 salas de cine en todo el pais, los espacios INCAA (creado por Resolución N° 927/2004/INCAA) lo que implicó el mayor esfuerzo por colocar nuevamente la exhibición de películas en el espacio público nacional. Y la compra y puesta en valor del Cine Gaumont en CABA que generó una inmensa afluencia de público a las películas nacionales. Se entregaron 25 unidades móviles equipadas con tecnologías de ultima generación, los cinemóviles, que recorren las provincias de todo el territorio nacional proyectando cine. Mas de 100 festivales al año exponen la diversidad y el federalismo en las pantallas del país entero. En el mes de noviembre de 2009 por Resolución del INCAA se crea VENTANA SUR, el mercado de cine con foco en Latinoamérica producido por el INCAA en sociedad con el Marché du Film de Cannes, al que llegan las aproximadamente 450 producciones anuales de toda la región, para ser comercializadas entre los mayores compradores del mundo. La ENERC, Escuela Nacional de experimentación y Realización Cinematográfica, dependiente del INCAA, (prevista en la Ley N° 17741 t.o. 2001) se constituyó en el lugar de enseñanza audiovisual público y gratuito mas importante de Latinoamérica, y se federalizó abriendo sedes en Formosa y Jujuy y creció exponencialmente con sus programas de ampliación Académica.
En 2006 el Presidente Néstor Kirchner firma el Decreto de Constitución de SAGAI, la Sociedad de Gestión de Derechos de los Actores e Intérpretes (Decreto 1914/2006) y en 2009 la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner lo hace con DAC, derechos de autor para los Directores de Cine y TV (Decreto 124/2009). Un derecho fundamental para nuestros artistas se recupera a partir de estos dos decretos.
En 2012 el Congreso de la Nación sanciona la Ley del Audiovisual Industria (Ley N° 26838), al modo del Software, toda la cadena de valor del Audiovisual es declarada Industria.
Debido al crecimiento de los puestos de trabajo registrado, en estos 12 años crecieron exponencialmente los gremios específicos del sector Audiovisual como SAT/SAID de Trabajadores de Televisión y SICA/APMA de técnicos de Cine. Ambos ampliaron su cobertura también a trabajadores de nuevas tecnologías audiovisuales.
La industria editorial argentina se ha beneficiado con una fuerte intervención estatal: la protagonizada por el Ministerio de Educación de la Nación que ha realizado una muy fuerte política de compra de libros para las escuelas lo que permitió sostener la actividad de muchas editoriales nacionales. En ese marco se inscribe también la política desarrollada por la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP) que ha desarrollado un programa de compra libre de libros por los bibliotecarios financiada con fondos nacionales en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. Durante 2014 la cantidad de ejemplares impresos en el país se incrementó en un 46,3 %, lo que constituyó un récord histórico con 129 millones de ejemplares. Según la CERLAC “El espacio iberoamericano del libro 2012”, Argentina está presente con el más alto porcentaje de lectura de Iberoamérica. Según la Encuesta Nacional de Consumos Culturales y Entorno Digital realizada en el 2013, el 57 % de los argentinos leyeron al menos un libro durante el año anterior. Considerando el total de la población, el número de libros leídos por persona es de tres unidades por año. Un 17 % de los libros importados son impresos en el exterior pero forman parte de la edición nacional, por un total de 9,1 millones de dólares de gasto, contra los cerca de 6,5 millones por libros impresos en el país, pero que son a su vez de origen extranjero. El programa Sur de la cancillería Argentina tradujo más de mil autores nacionales a 42 idiomas en 46 países del mundo.
Argentina fue invitado de honor en las Ferias del Libro de Guadalajara y Franckfurt. Y la mayor inversión en política cultural en el exterior de toda la historia de los gobiernos argentinos fue la presencia permanente en la Bienal de Venecia con el mas grande de los pabellones. Nuestros elencos fueron protagónicos en el Festival de Artes escénicas de Shangai y Argentina logró una Sala Permanente de exposiciones en el Centro Cultural Pompidou en Paris.
La experiencia cultural kirchnerista ha desarrollado una importante perspectiva de apertura de espacios públicos con entrada gratuita, para el uso de los sectores populares. La experiencia más rotunda en cuanto a participación lo constituye Tecnópolis, creada en el Gran Buenos Aires junto a la avenida Gral. Paz para la celebración del Bicentenario de la Revolución de Mayo ante la negativa del gobierno de la ciudad de Buenos Aires de facilitar el espacio que se había usado con los mismos fines durante el Sesquicentenario de la Revolución. La zona de antiguos cuarteles militares recuperados para el uso civil permitieron a millones de personas acercarse a manifestaciones de la ciencia y la cultura en forma gratuita. Tecnópolis fue visitada por mas de 5 millones de personas en sus 4 años de aperturas, creando enorme felicidad sobre todo a los mas pequeños.
Del mismo modo, los espacios culturales como el Centro Cultural “Haroldo Conti” y el Ecunhi, instalados en los predios de la ex Esma, se constituyeron en expresiones culturales de las más diversas disciplinas, artes y debates. Allí también se inauguró el Museo de las Malvinas como afirmación de conocimiento y soberanía.
Como coronación de esta apertura de espacios culturales se inauguró y puso en funcionamiento la antigua sede del Correo Central en Buenos Aires como Centro Cultural Kirchner, como un complejo de alto nivel sin comparación en América Latina. 110.000 metros cuadrados para el mejor de los encuentros entre la cultura y la Identidad Argentina. Con las salas como La Ballena Azul y La Cúpula, con los más altos niveles de excelencia en acústica y visual. Allí encontró su sede por primera vez en su historia la Orquesta Sinfónica Nacional. Se creó el Museo del Bicentenario en la Aduana Taylor (Casa Rosada);se habilitaron doce nuevas salas en el Museo Nacional de Bellas Artes y se creó la Casa del Bicentenario con cien réplicas en todo el país. Para el año 2014 los visitantes a las salas museísticas aumentaron en un 14 %.
Al tiempo que se habilitaban todos estos espacios con el desarrollo de múltiples actividades culturales en cada uno de ellos, la tradicional Biblioteca Nacional “Mariano Moreno” fue completamente renovada en su funcionamiento con el desarrollo de múltiples actividades de debate y expresión culturales para las que fueron habilitadas las más diversas corrientes de los pensamientos nacionales.
El conjunto de realizaciones culturales kirchneristas revela una vocación pasional por el ámbito de la cultura en todas sus expresiones. Se produce en el marco de dos gobiernos que impulsan vigorosamente la industria nacional y el desarrollo de la obra pública como base de una economía nacional que busca un lugar propio en el mundo y se interesa con eficacia en el aumento de la cantidad y calidad del empleo. Se trata de una empresa cultural que se brinda en el marco de un esfuerzo por impulsar la construcción de la vivienda popular y que se ocupa intensamente por reforzar la calidad y la amplitud de la educación pública en todos los niveles y en el crecimiento de la ciencia.
En el marco de esas realizaciones los emprendimientos culturales someramente aquí enunciados denotan la importancia brindada a un desarrollo de sectores postergados y a la apertura de otros nuevos mundos a grupos más favorecidos en la cultura que buscaron su más alto desarrollo. La política cultural puesta en acto, abrió espacios a la renovación de lo tradicional, a la apertura de las vanguardias, a los diversos soportes del arte, sea con los instrumentos clásicos o con las más renovadas tecnologías. Las instituciones gremiales, profesionales, empresarias, vieron satisfechas muchas de sus demandas y de los rumbos que procuraron abrir durante muchos años infructuosamente. Los protagonistas culturales gozaron de una amplia libertad, tuvieran o no simpatías por los gobiernos de Néstor y Cristina Fernández de Kirchner.
Hacer memoria, efectuar revisión, encabezar proyectos forman parte de la lucha por enfrentar el retroceso que se expresa en las medidas tomadas por el Gobierno Nacional desde el 10 de diciembre de 2015.
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