Copa América: a semifinales con goleada
Fumando “el Pipa” de la paz la Argentina superó holgadamente a Venezuela que sólo demostró alguna faceta de consideración cuando los albicelestes levantaron el pie del acelerador.
4 a 1. Cuando el equipo argentino se lo propuso. Una amplia superioridad que en la teoría previa es imaginable, pero que choca con los desniveles que últimamente supimos demostrar y los altibajos de nuestras estrellas. Esta vez todos estuvieron a la altura de las circunstancias e Higuain fue el que en equipo la pone cuando debe (autor de los primeros dos goles del partido), Messi el del control, la genialidad, la habilitación milimétrica y hasta el gol, casi con suficiencia, como si fuera todo tan fácil como decirlo.
Hasta nos dimos el lujo de tener a Eric Lamela en el banco. Banega haciendo todo –pero todo– lo que sabe. Y una defensa con algún lagunín, fácilmente excusable con la abrumadora cantidad de aciertos. Un árbitro que “no vio” un flagrante penal a Messi –¿cuándo fingió algo la Pulga?– y que sí vio un dudoso penal de Romero que él mismo se encargó de detener con comodidad sobrando a Seijas que intentó engañarlo picando al medio. Pregunta: ¿por qué un árbitro de un país que, potencialmente, puede ser rival de la Argentina y no alguno de países eliminados con prestigio arbitral? (Paraguay, Urugual, Brasil…).
En el segundo tiempo la Argentina madrugó con una combinación entre Messi y Gaitán con la que la Pulga transformó el triunfo en goleada. Marcas de a dos y tres no pudieron evitar que el mejor del mundo se consolidara como el máximo goleador histórico de la Selección. Lio Messi alcanzó a Batistuta gracias a sus 54 sacudidas de piolines.
Y cuando el tanto de Salomón Rondón sembraba alguna expectativa, Erik Lamela, un par de minutos después, se encargaba de demostrar que todo había sido un descuido y que la superioridad futbolística de esta noche estaba en manos argentinas. El llamado de atención, en todo caso, debe recaer en la producción de Nicolás Otamendi quien dejó la imagen más pobre del elenco nacional.
Como marcaban los pronósticos, el conjunto de Martino se instaló entre los mejores cuatro del continente. El próximo martes, frente a Estados Unidos, buscará consagrarse para poder disputar una nueva final de fútbol de selecciones nacionales.
Argentina: Sergio Romero; Gabriel Mercado, Nicolás Otamendi, Ramiro Funes Mori y Marcos Rojo; Augusto Fernández, Javier Mascherano y Éver Banega; Lionel Messi, Gonzalo Higuaín y Nicolás Gaitán. DT: Gerardo Martino.
Venezuela: Daniel Hernández; Roberto Rosales, Wilker Ángel, Oswaldo Vizcarrondo y Rolf Feltscher; Alejandro Guerra, Tomás Rincón, Arquímedes Figuera y Seijas; Josef Martínez y Salomón Rondón. DT: Rafael Dudamel.
Árbitro: Roberto García (México).
Estadio: Gillette Stadium (Boston, Estados Unidos).
Comments are closed.