Con nuestros errores y alguna virtud propia, Boca ganó el clásico

El Ciclón viene de sopapo en sopapo. Y no será por falta de voluntad. Hay cierta depre después de las dos eliminaciones en días, que hoy podrían haberse transformado en envión anímico de haberse dado un poquito mejor las cosas.

Pero la lesión de Colocha en la primera que tocó mostró que la “mano de Dios” no estaba de nuestro lado –y esto se prolonga, atento Francisco– y que el pobre pibe Zalazar pagara el pato de su inexperiencia mandándose una macana que costó el segundo y determinante gol bostero.

La crónica del partido se puede resumir en un 0-2 oportuno de Boca, el descuento antes de terminar el primer tiempo en los pies de Belluscchi. Y una segunda etapa de cancha inclinada hacia el arco de Sara que cumplió en un par de atajadas providenciales y otros tantos maderos pintados de azul y oro (por lo favorables). Pero no se llegó ni al empate. Chán, chán…

Matías Caruzzo, el baluarte de la defensa que se quedó sin su socio desde temprano, no escatimó juicios críticos sobre propios y ajenos: “Vinieron los tres palazos juntos, habrá que preguntarnos por qué”. Y agregaba: “Se está poniendo de moda, no éramos tan buenos antes y ahora no somos tan malos. Sé que no gusta mucho que San Lorenzo gane y le vaya bien, se siente de diferentes lados. He notado eso, no lo sé de dónde, están ustedes para decirlo”–lanzó sin aclarar mucho de qué hablaba.  “Desde este lado estamos con bronca y tranquilidad. Hay que preguntarnos el porqué de haber quedado afuera de la Copa Argentina, de la Sudamericana y mirar hacia adentro y no para otro lado. Es lo mejor que podés hacer, mucha gente necesita golpes para mejorar”.

“La lesión del Colo, el ingreso de Zalazar, hay imponderables que lo hacen complicado. Lo mejor es que la gente aplaudió en el momento” (cuando el error de Zalazar costó el segundo gol de Boca). “Y la gente en Brasil nos levantaba el ánimo, ahora llenaron el estadio y nos hicieron sentir de maravillas, lo mejor de todo es lo que hicieron”. “Me parece que lo más lógico era el empate, más allá de las contras de Boca que no supo cerrar”.

“En el segundo gol siempre hay errores y virtud del jugador de ellos (Bou), que siguió y en un ángulo cerrado pudo definir. Se hizo un esfuerzo grande y se pudo haber empatado”.

“Vinieron los tres palos juntos. El golpe más duro fue el de la semana pasada, venía Boca y qué mejor que ganar un clásico”. “Y en cambio se vino otro golpe más; es complicado y duro, pero hay que darle para adelante, es un torneo largo. El grupo tiene que estár fuerte”.