“Comer y descomer”
En un retorno a las prácticas de explotación de “La Forestal”, el secretario de Empleo y ex CEO del grupo Techint, Miguel Ángel Ponte, opinó que “Contratar y despedir debería ser tan natural como comer y descomer”.
Tan fino en sus modales provenientes de una educación que privilegia el bien decir antes que el social proceder, el señor secretario utilizó un neologismo que va a competir, por el trofeo “Eufemismo de Oro”, con la “grasa militante” de Prat-Gay y el voto “no positivo” de Julio Cobos. Dijo “descomer”, no se animó siquiera al académico “defecar”. Y muchísimo menos al que pronuncian las hipotéticas víctimas de su “paleolítica” propuesta: “cagar”.
Que te tomen en un empleo es tan natural como que te destomen. Habría que advertirle que en este desquiciado mundo de “Cambiemos”, que te nombren secretario es tan natural como que te desnombren.
La “flexibilización laboral” en el centro de la escena, en tiempos en que las caretas y los subterfugios se reducen a los neologismos de algún descerebrado con responsabilidades de secretario de Gobierno, suele tener exabruptos de esta naturaleza aunque, convengamos, pocos tan creativos como para lograr que de lo que se hable, ante las decadentes propuestas flexibilizadoras, sea del “descomer” de este energúmeno de modales atildados.
“La única forma de integrar la educación con el mundo del trabajo es con prácticas formativas” –señaló el “funcionario” y agregó pretendiendo vanamente aclarar lo anticipado: “la posibilidad de entrar y salir del mercado laboral hace a su esencia; es como comer y descomer”. La referencia era para la pretensión de instalar el sistema de pasantías: “Si todos ellos no pueden tener una fluida presencia de aprendizaje en el mundo del trabajo y de las empresas, tampoco vamos a tener la posibilidad de que aunque haya trabajo, haya empleabilidad sobre estas personas”. A la vez señaló, tratando de ejemplificar, que “el empleo no registrado en Argentina es un drama y para el Gobierno es un tema prioritario; la competitividad requiere costos razonables”.
Mientras tanto, el titular de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA), Pablo Micheli, señaló que “para concretar la flexibilización laboral el Gobierno necesita tener alguna complicidad sindical”
…mientras reclamaba a la CGT un paro nacional “en defensa propia”. “Hacer un paro nacional no significa romper ninguna paz social, es ejercer nuestro derecho constitucional a la protesta”. “Tiene que haber una presencia de las centrales sindicales fuerte y digna para decir acá no van a avanzar en una reforma laboral que signifique más pobreza para los jóvenes, menos futuro para los jóvenes y desgracia para los más grandes”.
En este descomer, funcional a las políticas ablandadoras de condiciones laborales, la escatología agrega un nuevo elemento como fétido aporte: los vómitos que genera en los bien nacidos la inconcebible barbarie social del Gobierno que supimos conseguir
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