Querido Horacio. Una vez más nos dejás llenos de asombro, amagaste con irte y tu presencia deviene más nítida, con mayores relieves, ofreciendo miradas para perforar dogmas y verdades encofradas. Aquí estás con tu estilo inconfundible, con esa mezcla tan tuya de sabiduría y modestia, de utopía y realismo, esa manera de volar, de alejarte para acercarse mejor al centro de las preguntas, describir los claroscuros de la sociedad, extraer algunas luces entre tantas sombras. “Cómo no José, con mucho gusto, así obtendré por fin mi carta de ciudadanía en Boedo”. Me contestaste cuando te solicité para una entrevista en nuestro periódico barrial. Y aquí estamos, con el amigo Mario Bellochio, nuevamente en el Margot, esa mañana del 25 de enero del 2018, tus palabras fluían calmas y precisas entre cafés y medialunas, asociando lo universal y lo barrial. A continuación reproducimos esa entrevista, los lectores coincidirán, tu presencia se va profundizando. (José Muchnik)
23 de junio 2021.
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