Boedo y los cortes de luz

Boedo tiene lugares que parecen atraer cortes de luz recurrentes. Aflojan con la bonanza climática y se desatan con toda la furia cuando el termómetro se dilata y persiste el calor, aunque han hecho también su aparición con la vigencia de los fríos intensos.

La zona de Boedo y EEUU tiene su lugar asegurado en el podio de los cortes que últimamente han elegido la vereda norte de esta última arteria pero que no abandonan la vereda impar de Boedo al 800.

Sin embargo, nadie le disputa el cetro de indeseados cortes de suministro al entorno de la esquina de San Juan y Treinta y Tres Orientales que ostenta el record de haber permanecido 14 días corridos sin luz. Ayer, jueves 3 de enero, con la visita del estudio móvil de la 750 (750 AM), Hugo Paredero, micrófono en mano, se arrimó a uno de los vecinos que presenciaba la transmisión y había manifestado su deseo de hablar.

Avenida San Juan y 33 orientales. Los vecinos de Boedo están hartos de soportar sin energía eléctrica las altas temperaturas que castigan a la Ciudad desde hace varios días. (www.minutouno.com, viernes 24 de febrero de 2017)

“Más que hablar, putear…” –dice Marcelo, el vecino entrevistado– “Nosotros en la zona de 33 Orientales y San Juan somos víctimas de la empresa depredadora Edesur. Tenemos sistemáticos cortes de luz desde hace bastante tiempo y estamos indefensos de parte de las autoridades comunales y del Gobierno de la Ciudad.

Hacemos reclamos. Hemos cortado la calle. Hemos hecho escraches. Hemos hecho de todo. Es más, Edesur hace obra pero no resuelve el problema por lo cual uno empieza a sospechar que rompen las calles y no saben para qué. Hay una cuadra de San Juan al 4000 que se rompió 7 veces en 18 meses y siguen los problemas con la luz. Se queman los electrodomésticos, se queman las heladeras…

Vecinos de Boedo cortan el tránsito luego de tres días sin luz. Vecinos del barrio porteño de Boedo cortaron esta mañana el tránsito para protestar por la falta de energía eléctrica desde el martes a las 15 horas. El piquete tenía lugar en la esquina de la avenida San Juan y la calle Treinta y Tres Orientales, adonde golpeaban cacerolas. (www.perfil.com, viernes 24 de febrero de 2017).

En mi caso particular, mi señora es trasplantada renal y es un drama tener que soportar estas idas y vueltas. Yo he ido cuando vino acá el Sr. jefe de Gobierno Rodríguez Larreta y no me dejaron hablar. La comuna y el Gobierno nos dejan indefensos ante empresas que depredan el espacio público.

Acá son 4 manzanas con estos problemas en los que Edesur se maneja con absoluta negligencia sin contar con que las facturas son…, bueno no hace falta llorar en público sobre este tema.

Unos 50 vecinos del barrio porteño de Boedo cortaron la calle Treinta y Tres Orientales, entre avenida San Juan y Carlos Calvo entre la noche del jueves y la madrugada del viernes haciendo sonar sus cacerolas para reclamar el regreso del servicio. (30.12.2017 • 00.58hs . iProfesional.com)

Renovamos esperanzas con el año nuevo pero no vamos a abandonar la calle. Los pocos arreglos que se hicieron se hicieron por la presión de la gente, hay una cantidad importante de vecinos que se organizan.

Voy a citar a alguien que no me gusta demasiado. Winston Churchill, un conservador, pero conservador en serio, no estos que tenemos como gobierno, hablando de las virtudes decía: ‘sin coraje las virtudes son inútiles’. Así que apelo a que nos encuentre un 2019 con coraje.

Estamos afectados por este problema desde 2014 en adelante con un gravísimo período de 14 días sin luz en diciembre del año pasado”.

Ante el arbitrio que supone haber dolarizado las tarifas de energía la primera pregunta que surge sobre los anunciados aumentos es si las empresas tienen alguna información sobre la cotización del dólar futuro que los usuarios ignoramos. Y otra –no menos importante– es sobre el destino de las siderales ganancias ya que no se necesita ser un experto en administración de empresas para advertir, sin lugar a dudas, que la inversión en mantenimiento perdurable es patéticamente baja o nula. Las consecuencias están a la vista no solo en Boedo sino en todas las áreas de suministro del fluido.