Apareció vivo en su propio velorio y casi infarta a varios
Tal y como sucediera en la obra teatral “Esperando la carroza” de Jacobo Langsner, este jubilado uruguayo apareció en su propio velorio. Hubo una confusión con el muerto.
El insospechado episodio se registró en Uruguay cuando la familia del anciano se disponía a la organización de su último adiós. Para sorpresa de todos, el hombre ingresó como si nada por la puerta de la vivienda y los dejó estupefactos. Mas allá de la felicidad del reencuentro, la situación fue tenebrosa.
Este abuelo, es un jubilado municipal, que tambien supo trabajar en frigoríficos de la zona y ahora pasa sus días tocando el piano, podando arboles, andando en bici o cuidando a aquellos amigos con problemas de salud. Fiel a su costumbre, el último lunes inició su rutina matinal, al tiempo que visitó a uno de estos amigos enfermos y mas tarde tuvo tiempo para los mandados.Confusión
En pleno centro de Florida, y en horas de la tarde, un hombre mayor cayó desplomado mientras compraba en una verdulería y rapidamente empleados de este local llamaron por auxilio. Lamentablemente, tanto la policia, como la ambulancia se hicieron presentes en el lugar, pero el anciano ya había perecido.
Fue en esos momentos, que un vecino de Millán creyó verlo tendido en el piso y al mismo tiempo una nieta de este apareció y ante la desesperación por la situación allí vivida, tambien dio por asentado que quien había perdido la vida era su abuelo.
Aguardando por las tipicas tareas de rutina, y los trabajos de forenses, ante un deceso de estas caracteristicas, la familia del supuesto occiso se dispusó a iniciar los tramites correspondientes para su posterior velatorio y sepelio.
Para llevarlo a cabo fueron hasta su domicilio a retirar los documentos de este y presentarlos en la funeraria. Mientras tanto, en la casa de la familia del abuelo se encontraba Pablo, el marido de su nieta. De un momento a otro, y con el pesar de una situación semejante, este joven creyó escuchar la voz de Millán.
Y lo que sucedería luego, nadie lo imaginaba. “Alcanzame la llave del portón, me dejaron afuera. ¿Para qué trancaron la reja?”, pidió el abuelo a Pablo, que pasmado y lo único que pudo responderle fue: “A vos te están velando, abuelo”.
Verificado su optimo estado de salud, el nieto politico se fundió en un abrazo con Cono al tiempo que llegaron sus nietas, y entre lagrimas de alegría rodearon al abuelo.
Tras darse a conocer la noticia en el país vecino, un medio de prensa entrevistó a Millán, quien recordó:“Cuando el esposo de mi nieta (Pablo) me vio se quedó sin habla. Todos lloraban y yo pedía la llave de mi casa porque me dejaron afuera, se habían ido a la empresa fúnebre a hacer los trámites para velarme”.
Si bien todavía no se había iniciado el velatorio, ya había una empresa fúnebre haciéndose cargo de la situación. Y mas tarde desafió al destino: “En septiembre voy a cumplir 91 años, estoy agradecido con el que me mandó al mundo. Quiero vivir muchos años más”.
El verdadero muerto
Según la investigación, el fallecido era en realidad un ex funcionario bancario de 85 años, muy parecido físicamente a Millán, lo que hizo que su vecino y hasta sus propia nieta lo confundan. Al mismo tiempo, cuando se confirmó que Cono Millán estaba vivo, el cuerpo del difunto fue trasladado a otra funeraria ya que tenía esta cobertura contratada en otra firma.
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