¿Al kirchnerismo, le interesa la Capital?
Parece más que obvia la respuesta. Un partido político de las dimensiones del Frente para la Victoria no puede –no debe– desconocer la importancia de la Ciudad para la proyección nacional. Una ciudad que le viene siendo esquiva al peronismo desde siempre y, digámoslo, un área electoral por la que eternamente se prefirió echarle la culpa del fracaso al tradicional “gorilismo” porteño.
Parafraseando al “avisale a tu cara” dicho al señor de gesto agrio que manifiesta ser feliz, diríamos “avisale a los estructuradores de campaña” para que no se cometan tantos errores a la hora de programar candidaturas y definir el mensaje presuntamente captador.
Si la convicción más generalizada sobre la magra cosecha se basa en el tradicional antiperonismo porteño, el razonamiento más básico indicaría que deben acentuarse las propuestas que involucren oposición en lugar de centrar el mensaje para los que saben como hacer la “v” con los dedos. Por caso: en la Ciudad de Buenos Aires sólo el 16% de la población se atiende en los hospitales públicos. Pues bien, uno de los ejes de campaña fue revertir el estado de los hospitales. Aclaremos antes de que oscurezca, que no se trata de desatender la salud pública, por lo contrario, pero de ahí a intentar seducir prioritariamente a la “clasemediaburguesía” de Recoleta, Retiro e inda mais con un mensaje solidario con el “carente”…, ¿O se los da por perdidos y la pregunta de cabecera se transforma en “al kirchnerismo le interesa Recoleta”?
“Y siguen los azotes…”: el 50 % de los porteños envía sus hijos a colegios privados. Otro de los ejes de campaña destacados fue…, la educación pública. ¿Quiénes hacen uso de la educación privada? Los votantes a convencer por parte del FpV.
Las villas miseria y las personas con problemas habitacionales reúnen el 20% de la población de la Capital. También se eligió como “eje prioritario” de campaña, las carencias de la vivienda urbana. Los fríos números indican que sólo los solidarios que pertenecen al 80% restante se conmueven por la falta de techo. Y, se sabe, “solidaridad” es palabra borrada de la Wikipedia burguesa.
Mientras los avispados “amarillos” se meten hasta en las villas vía Ritondo y Quattromano, los números indican que ahí mejora la performance del Frente: segundos…, ¡a veinte puntos del Pro! (Comuna 8).
Mariano Recalde aparece como candidato hace poco más de cuarenta días exhibiendo la gestión de Aerolíneas. Mucho como empresario, escaso como gestor público. Martín Lousteau proclamó su candidatura el 18 de diciembre de 2014 y Larreta viene anunciando su ponencia desde mediados del año pasado sin contar con la gestión ciudad desde la Jefatura de Gabinete que puede exhibir todo el confetti de la superficial y carísima –pero al parecer convincente– obra Pro urbana. Sobre el tiempo de asentamiento que necesita cualquier candidato, sobre todo en terreno hostil ¿Algún comentario? ¿No? Bien, gracias. De todos modos Recalde le sacó diez puntos –sobre doce– a Gabriela Cerruti, una de los ¡siete! candidatos que disputaron el cetro, lo que habla de las bondades de su propuesta si se hubiera tomado el resguardo del tiempo de lanzamiento adecuado.
¿Y por casa cómo anduvimos? En la Comuna 5, Almagro-Boedo, el Frente para la Victoria arrimó un poco más la bocha que en el total general: 21 puntos porcentuales a 23 de Lousteau. El Pro, mientras tanto dobló el porcentual FpV: 42. Mariano Recalde obtuvo el 14% en la disputa sobre la Cerruti (3 %). Larreta se impuso a la Michetti (24 a 18) y Lousteau a Ocaña (18 a 5).
La pelea de fondo es el 5 de julio. Quizá se esté a tiempo para un golpe de timón que deposite al Frente para la Victoria en el escenario del ballotage, quizás. Faltan algunas sesiones de diván para despojar del complejo de perdedor a los estructuradores de campaña.