A falta de pan…*
Por María Virginia Ameztoy. Déficit comercial, déficit fiscal, inflación, entrega del patrimonio nacional a los centros del capital financiero local e internacional, paulatina y sostenida pérdida de las reservas de la Nación, descomunal aumento de tasas de interés, de tarifas, del precio de los alimentos…
…y todo lo que pueda agregarse a la etapa que estamos viviendo, en la que nos arrojan cotidianamente al estancamiento y la pobreza y a la indigencia de los sectores más necesitados de la población.
Por estos días hemos asistido al panazo, colas de hombres y mujeres en la Plaza de los dos Congresos para recibir de manos de los panaderos, que ven en peligro inminente a su fuente de trabajo, una bolsa de pan.
Se recuerda la guerra del pan de la Revolución Francesa, elemento central en la alimentación que proveía más de dos tercios del aporte calórico en la nutrición del pueblo. Hace 229 años, el 14 de julio de 1789, se producía la toma de la Bastilla, ese año el gasto del pan en el presupuesto de los sectores populares franceses alcanzaba el 88 %.
Las masas urbanas y campesinas participaron en las jornadas revolucionarias por la carestía de alimentos y el hambre; y la falta de pan fue el motor de la movilización y uno de los factores determinantes.
La Revolución Francesa se debió, fundamentalmente, a la atroz crisis económica del siglo XVIII. Y fue Luis XVI quien profundizó esa crisis por el crecimiento de la deuda pública, ya que los egresos del reino superaban exageradamente a los ingresos.
El precio del pan aumentaba por minutos, situación intolerable para los más necesitados que provocó focos de agitación hacia los mercados que distribuían las harinas, reacciones que se exacerbaron con las medidas de liberación de los precios.
La historia demuestra que no es aconsejable desestimar los movimientos populares provocados por el hambre.
[*] A falta de pan…, buenas son tortas.
Hay quien vincula el origen del refrán con María Antonieta (1755-1793), reina de Francia durante la época de la Revolución. La soberana, cuando buena parte del pueblo reclamaba por la falta de pan, habría preguntado: “Si no tienen pan… ¿por qué no comen tortas?”.
Comments are closed.