Reinauguración en la Boca
El Puente Transbordador Nicolás Avellaneda, una reliquia mundial, fue reinaugurado ayer por el jefe de Gobierno de la Ciudad
El Puente Transbordador Nicolás Avellaneda, una reliquia mundial, fue reinaugurado ayer por el jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, luego de 57 años de inactividad donde estuvo a punto de ser desguazado y los vecinos –¡cuándo no!– lo rescataron del cadalso ya con la soga al cuello, en 1994 con “el riojano” como ejecutor. Del descarte a la gloria, en 1999 fue declarado “Monumento y Lugar Histórico Nacional” pero quedó archivado en su precario estado hasta que en 2012 el Gobierno nacional tomó la decisión de recuperarlo y comenzaron las obras que no pudieron concretarse para el centenario –había sido inaugurado en 1914–, como estaba previsto, sobre todo por las dificultades surgidas con las instalaciones de gas que la estructura soportaba.
Angélica Caro, inspectora de obra de Vialidad Nacional a cargo del proyecto, explica que “La iniciativa de puesta en valor, que ya lleva más de cuatro años en ejecución, demandó una inversión cercana a los 25 millones de pesos”. “Primero hubo que hacer el traslado del conducto de gas de alta presión que bordeaba exteriormente al puente, luego restaurar la sala de máquinas y finalmente la estructura metálica”.
Nuestro colega de “La Urdimbre”, Alfredo Roberti, vecino de La Boca, explica que “Vialidad recupera el Transbordador. La iniciativa permitirá que ese viaducto móvil, que conecta la ribera porteña del Riachuelo con la Isla Maciel y cuyo particular modo de funcionamiento desconocen las nuevas generaciones, vuelva a desplazar su barquilla de orilla a orilla trasladando transeúntes y vehículos como lo hizo entre 1914 y 1960 con obreros fabriles y trabajadores del puerto”.
La funcionaria de Vialidad agrega que si bien el proyecto “tuvo como premisa preservar la estructura original, incluirá un componente inexistente hasta ahora: un sistema lumínico que realza la estructura metálica” –similar al que tiene, por ejemplo, la Torre Eiffel de París– “Esto permitirá cambiar el color de acuerdo a las necesidades y el puente podrá adoptar, por ejemplo, los colores de la bandera de algún país o de un evento particular”.
La historia del puente
Desde 1914 el puente había sido la alternativa rápida y segura para los obreros que se trasladaban desde y hacia la Capital a Dock Sud complementando la precariedad de los botes, único medio hasta ese entonces.
El funcionamiento de la barquilla colgante que ahora se reinaugura, demoraba unos cuatro minutos de orilla a orilla y podían cruzar hasta 30 personas más un tranvía o cuatro automóviles. El trayecto, que era gratuito, funcionaba desde las 6 de la mañana hasta las 9 de la noche. A partir de 1940, en que se inauguró, como vecino, el puente homónimo, el trasbordador fue quedando en desuso hasta que en 1960 se decidió su cierre.
Con la realización del “V Congreso Internacional de Puentes Transbordadores” que se realiza en la Ciudad durante este mes de septiembre se abrió una interesante oportunidad de revalorizar el trasbordador a nivel mundial.
Gabriel Lorenzo, director ejecutivo de “Fundación x la Boca”, una organización que participó activamente a favor de su permanencia y fue además coautora del “Manual de Interpretación del puente”, que sirvió de base para el proyecto de puesta en valor, explicó a Télam que la idea es que la reinauguración se produzca en el marco del congreso. “Desde 2012 participamos en los distintos congresos internacionales de puentes transbordadores –quedan sólo 7 en el mundo– y en el último nos pusimos de acuerdo en que se iba a buscar que la Unesco los declare conjuntamente como Patrimonio de la Humanidad” señaló, destacando finalmente que “La reinauguración del puente implicará revalorizar algo que significó mucho para el barrio, porque permitía la conexión con Avellaneda en tiempos en que el puerto estaba en apogeo y teníamos aquí 30 talleres navales y los cuatro astilleros más importantes”.
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